Los cheques en blanco se han acabado en las Corts. La Cámara ha devuelto al Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), que dirige Consuelo Ciscar, una factura por la que pretendía cobrar 27.000 euros en el marco del convenio de colaboración con el Parlamento al no quedar justificados los gastos incurridos para acceder a la citada subvención. El Legislativo que preside Juan Cotino reclama al IVAM facturas originales para verificar la efectividad del gasto y que éste se corresponde con las actividades aprobadas. De ser insuficiente la justificación, podría llegar a reclamar el reintegro de las cantidades adelantadas o reconocidas.

En la etapa de García Miralles, las Corts sellaron un acuerdo de colaboración con el IVAM, más tarde ampliado al Museo San Pío V, por el que la Cámara realizaba una aportación anual a cambio de la cesión de obras para vestir las paredes del Palau dels Borja. Las cantidades fueron aumentando en los tiempos de bonanza, hasta 90.000 euros cada entidad, con una contraprestación mínima.

La época de vacas flacas ha venido a poner orden a esta situación. De cara al presupuesto de 2012, el Parlamento presidido por Juan Cotino forzó, vía una "addenda", la modificación de los convenios marco de manera que, para este ejercicio, la ayuda se redujo un 50 % (45.000 euros cada museo) y, por otra, se fijaron unos compromisos: De un lado, cada entidad debe presentar un proyecto que incluya una exposición para su patrocinio por la Cámara y otra, en el propio Legislativo. Todo ello con cargo a la subvención. En el caso del IVAM, las Corts financiaron la muestra "José Saborit. Más al sur", que se expuso durante los días 26 de abril al 24 de junio, mientras los pasillos anexos a las salas de comisiones de la Cámara exhiben 25 cuadros de Pinazo, una muestra inaugurada el pasado 12 de noviembre por Cotino y Ciscar.

Según el acuerdo, una vez la Mesa de las Corts aprobara el proyecto se libraría el 60 % de la ayuda y el 40 % restante, cuando la entidad acreditara documentalmente los gastos incurridos y su relación con las actividades subvencionadas por la totalidad de la ayuda. Esta condición es la gran novedad incorporada por el Legislativo de Juan Cotino. Hasta ahora no se pedía justificación alguna de los gastos para ingresar la subvención.

Un papel sin detalle de los gastos

El IVAM y el San Pío V remitieron sendos proyectos, que fueron aprobados. Luego la entidad que dirige Ciscar remitió una factura de 27.000 euros (correspondiente al 60 % de la asignación) referida simplemente al acuerdo de patrocinio de la Cámara, sin detalle ni justificación documental de gastos. Los servicios de la casa efectuaron un informe de reparo al considerar que el museo debe enviar las facturas originales que acrediten los desembolsos realizados si pretende cobrar, no ya el 40 % restante, sino el 60 % cuyo libramiento ya se autorizó. Es más, si la justificación no alcanza el importe, el Legislativo podría reclamar el reintegro o anular parte de los importes otorgados. La Mesa avaló el retorno de la factura y el reclamo de documentos justificativos.