Carlos Fabra presentó su dimisión "irrevocable" como presidente de Aerocas, la empresa pública que gestiona el aeropuerto de Castelló. El propio Carlos Fabra lo anunció por la tarde tras una conversación telefónica con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, quien forzó su renuncia sin esperar a que se reuniera el consejo de Aerocas.

De hecho, era una dimisión esperada. La posición del jefe del Consell es conocida en lo que se refiere a los cargos públicos dependientes de la Generalitat en el caso de que sean imputados o procesados. Por otra parte, el propio Carlos Fabra había anunciado que si se le abría juicio oral, dimitiría. "He presentado la dimisión irrevocable al presidente de la Generalitat tal y como dije que haría si se abría juicio oral", dijo Fabra. Al repecto apuntó que, a partir de ahora, se sentirá "más libre" y ya verá "por qué camino van" sus decisiones futuras.

En el Consell existía un gran malestar con el también secretario de la Cámara de Comercio de Castelló por el fiasco de la compra del aeropuerto. Los inversores hispano-libios que supuestamente pretendían adquirirlo no presentaron al final su oferta, y además los desafíos del presidente de Aerocas hacia la Generalitat eran continuos. El vicepresidente, José Císcar, zanjó la cuestión hace unos días: la venta del aeropuerto la gestionaría la Generalitat, no Aerocas. Las insinuaciones mostrándole la puerta de salida eran constantes.

Ayer mismo, tras el pleno del Consell y con la noticia de la apertura de juicio oral aún caliente, Císcar dio otra vuelta de tuerca. Señaló que se "podría revisar" la situación del presidente de Aerocas si la apertura de juicio oral "supone un cambio respecto al estatus actual" de Fabra. Preguntado por si fuera presidente de Aerocas en las circunstancias de Carlos Fabra se iría a casa, como se le ha preguntado en otras ocasiones y otros casos con cargos públicos imputados por corrupción, Císcar dijo que es una cuestión que "no hace falta que pregunten todas las semanas". "Ya saben lo que pienso y lo que haría", señaló.

Si Carlos Fabra dudó por la mañana -"es una cuestión que depende de ellos, no de mí"-, por la tarde, tras hablar con el jefe del Consell, presentó su dimisión.