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El Valencia CF ha pagado al Ayuntamiento de Riba-roja 18 millones de euros de los 20,7 que se comprometió a abonar al consistorio de El Camp del Túria, a cambio de que éste permitiera la construcción de la nueva ciudad deportiva del club. El abono de esta cantidad se pactó en el acuerdo suscrito a tres bandas entre el Valencia CF, el Ayuntamiento de Riba-roja y la empresa Litoral del Este SL, el agente urbanizador responsable de ejecutar el programa de actuación integrada (PAI) Masía de Porxinos, que incluía la construcción de 2.440 viviendas, incluido 1.023 chalés de lujo.

El club valencianista ha solicitado al Ayuntamiento de Riba-roja que suspenda la tramitación del PAI, del que aún no se han iniciado las obras, "por la inviabilidad económica" que el Valencia CF achaca a que los propietarios no han pagado las primeras cuotas de urbanización, tal como adelantó Levante-EMV el pasado viernes. Este impago, según el Valencia CF, representa que "la iniciación de las obras constituya un grave riesgo económico y el recurso a las entidades financieras, para cualquier inversión en suelo o vinculada al suelo, es inviable en este momento como consecuencia de la situación financiera general de España a la que no es ajeno el agente urbanizador".

Las obras ni siquiera han llegado a iniciarse pese a que el PAI se tramita desde 2005 y el proyecto de reparcelación (el que decide el reparto de terrenos y cargas entre los propietarios) está aprobado desde 2011. Pese a que Porxinos no ha llegado a materializarse, el Ayuntamiento de Riba-roja ha cobrado a lo largo de estos años un total de 18 millones de euros, tal como estaba previsto en el acuerdo al que llegaron el Valencia CF y el consistorio, según ha confirmado a Levante-EMV el alcalde Francisco Tarazona.

Todo lo contrario a lo que ha sucedido en la ciudad de Valencia, donde el club deportivo debe 17 millones de euros como parte del acuerdo de permuta con el Ayuntamiento de Valencia para construir el nuevo Mestalla, cuyas obras están paralizadas más de dos años, en una parcela de suelo pública ubicada en suelo dotacional deportivo en la avenida Corts Valencianes.

La permuta del Valencia se firmó en 2007 y establecía que a cambio del solar municipal de Corts Valencianes -tasado en 45 millones de euros- el club entregaría suelo por valor de 28 millones y el resto hasta los 45 los pagaría en metálico. El convenio establecía que el ayuntamiento podría exigir al club la deuda en metálico a partir de la formalización de la permuta. El PSPV del Ayuntamiento de Valencia ya denunció en su día que el ayuntamiento no exigiera los 17 millones en 2007, cuando se firmó el convenio. El gobierno local adujo que no podía reclamar el dinero mientras no se formalizara la inscripción en el registro de las parcelas.

Ahora, sin embargo, el Ayuntamiento de Valencia parece que está dispuesto a entregar al Valencia CF el suelo del nuevo estadio sin haber cobrado los casi 17 millones de euros que le debe el club a la ciudad, según insinuaron fuentes municipales el pasado mes de marzo, antes de que el club entrara en la profunda crisis en la que se ha visto envuelto en las últimas semanas tras la dimisión de su presidente, Manuel Llorente. La permuta de terrenos entre el club y el Ayuntamiento de Valencia debía haberse formalizado el mes de marzo pero, sin embargo, el consistorio que preside Rita Barberá no dio plazos para cobrar los 18 millones que debe el Valencia a la ciudad.

El acuerdo entre Riba-roja y el Valencia CF, por el que el club pagaba 20,7 millones al consistorio de el Camp del Túria, se basaba en "la voluntad del Valencia CF de compartir con los ciudadanos y ciudadanas de Riba-roja una parte de la riqueza que se va a generar con este proyecto, financiando proyectos previstos por la Generalitat y por el Ayuntamiento de Riba-roja". De hecho, en el convenio firmado en abril de 2005 entre Juan Soler (entonces presidente del Valencia CF), Francisco Tarazona (alcalde de Riba-roja) y Jorge Carlos David Langa (administrador de Litoral del Este SL) el club se comprometía a "colaborar económicamente en la ejecución de una piscina municipal, en la construcción del metro a Riba-roja, la rehabilitación del molino junto al río Túria y su jardín y el centro de salud".

Tarazona: "A mí no me han fallado"

El alcalde de Riba-roja, Francisco Tarazona, confirma a Levante-EMV que el Valencia CF "está cumpliendo, a mi no me han fallado" por lo que, gracias a esta aportación, ha podido ejecutar las obras de la piscina municipal "que ha costado 5 millones de euros y que disfrutan 2.500 personas", además del molino junto al Túria. Tarazona, que está a punto de cumplir 18 años como alcalde, presume del resto de servicios que ha impulsado para su municipio (centro de día, escoletas y catering social gratuitos...) "y sin deber nada a nadie, con dos millones de euros ingresados en un plazo fijo y pagando a los proveedores a sesenta días. Eso no se ve en muchos ayuntamientos".