Una gran manifestación colapsó en la tarde de ayer en el centro de Valencia. Fue el colofón a la jornada nacional convocada para "luchar contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y los recortes en enseñanza". La marcha, que congregó a miles de padres, alumnos y docentes, reclamó tanto la dimisión del ministro de Educación, José Ignacio Wert, como la de "su alumna más aventajada", según los sindicatos docentes, la consellera del ramo, María José Català.

La protesta, que -según la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic reunió a más de 50.000 personas- partió de la Plaza de San Agustín y recorrió las principales vías encabezada por una pancarta con el lema "Por la escuela pública. Más inversión, más calidad, más valenciano y más dignidad".

"Somos 90.000 personas, 50.000 en Valencia, 30.000 en Alicante y 10.000 en Castellón los que estamos en la calle para decirle al ministro Wert que no queremos la Lomce", proclamó un portavoz de la plataforma. A este balance hay que sumar los más de 4.000 estudiantes que se manifestaron por la mañana por el centro del Cap i Casal y los varios miles que se concentraron en otras 10 ciudades. Así pues, el clamor en las calles de la Comunitat Valenciana para frenar la "contrarreforma" de Wert, según la plataforma, sumaría unos 100.000 padres, alumnos y docentes.

Ataques a bancos y comercios

Fuentes policiales informaron de algunos incidentes al final de la manifestación de la tarde como el lanzamiento de huevos contra la sede de Bankia y pintadas en una sucursal del BBVA, ambas en Pintor Sorolla. En esta misma calle, varios escaparates de El Corte Inglés fueron rotos con un mazo. También resultaron dañados los cristales de la sede del Banco de España, en la vecina calle de las Barcas, que ya fue atacada por la mañana durante la protesta estudiantil.

El seguimiento de la huelga general en la enseñanza -el primero nacional desde Infantil hasta Universidad- fue "masivo" en la C. Valenciana según las organizaciones convocantes. FAPA-València aseguró que el 75% de los padres se sumó a la huelga no llevando a sus hijos al colegio. Los sindicatos docentes presentes en la plataforma, la Federació d'Ensenyament (FE) de CC OO y la Federació de Treballadors de l'Ensenyament (FETE) de UGT, destacaron que el 65 % del profesorado de la pública no universitaria hizo huelga. El mayoritario Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv), que se ha desvinculado de la plataforma por su rechazo a la firma del acuerdo de interinos por parte FE CCOO y FETE-UGT, elevó la participación de los docentes hasta el 70%.

La Universitat de València, por su parte, informó que el 90,6 % de sus alumnos hizo huelga, así como también el 74,3 % de su personal administrativo y de servicios y el 57% de su profesorado. El Stepv estimó el paro de alumnado de la Universitat Politècnica en el 30%.

La Conselleria de Educación, que sólo ofreció cifras de la huelga del profesorado, aseguró que únicamente paró el 28,8% de docentes de la pública y el 1,4 % de la concertada, lo que arroja una media del 23,1 %. La Generalitat descuenta entre 60 y 80 euros por día de huelga a cada profesor. En seis huelgas del último año se ha ahorrado unos seis millones de euros en salarios. Català agradeció que la mayoría de docentes trabajaran ayer: "lo último que necesitan los alumnos es perder un día de clase".

Buch aplaude a los "compañeros" de UGT

El conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo, Buch, se saltó ayer el guión oficial de los altos cargos de la Generalitat al aplaudir "de corazón" las referencias realizadas por los delegados del VII Congreso general de UGT-PV a los "compañeros" de la enseñanza que estaban en huelga contra la "ley Wert". Buch, aplaudido en su intervención en el citado evento donde sonó algún tímido silbido, ahondó en el derecho a la huelga de los trabajadores y comentó que respeta "que haya personas que contrasten las fórmulas del Gobierno. El derecho a la huelga es respetable, bienvenido y necesario. Cuando alguien protesta en la calle lo hace por algún motivo", agregó. Sin duda, las palabras del conseller sorprendieron a un auditorio no acostumbrado a estas declaraciones de un conseller de un gobierno del PP. Tampoco pasaron desapercibidas en la conselleria de Educación gobernada por Maria José Catalá, donde causaron malestar. Buch, ante dirigentes patronales y de partidos políticos de la oposición, afirmó que el Consell de Alberto Fabra está "convencidos de la necesidad de unos sindicatos fuertes que defiendan a los trabajadores y que nos digan cuándo algo no les gusta y debatan con nosotros las soluciones".