La coordinadora general de Esquerra Unida, Marga Sanz, se dio ayer un homenaje en la XI Assemblea del partido, que respaldó de forma unánime la gestión realizada en los últimos cuatro años: desde estar "al borde de la desaparición" tras la ruptura del primer Compromís de 2007, hasta el escenario actual con las encuestas a favor, y la coalición aspirando a convertirse en "el referente político" de un futuro Consell alternativo al PP.

En estos términos se manifestaba ayer en la XI Assemblea de EU que se celebra en l'Eliana Marga Sanz, cuyo informe de gestión fue avalado por 176 delegados de los 314 acreditados, ninguno en contra y tres abstenciones. El 98, 3 % de los que votaron.

El partido la reelegirá hoy como coordinadora para los próximos cuatro años. De un escenario de ruptura interna a la paz absoluta. Nadie presentó lista alternativa (sólo hacían falta once avales) a la candidatura de consenso que encabeza Sanz.

La coordinadora fijó desde el principio de su informe el reto del partido: "Esta es una asamblea estratégica. Asumimos el reto de ser determinantes en las políticas del futuro". "Tenemos que levantar la alternativa en el marco de un País Valenciano golpeado por la crisis y el modelo del PP". Sanz, en el balance de su mandato, reconoció el "impacto durísimo" para el partido que tuvo la "traición interna" de las diputadas -Mònica Oltra y Mireia Mollà- que dejaron el partido en 2007 e iniciaron un nuevo proyecto con muchos otros militantes de la corriente Esquerra i País, dejando a EU sin grupo en las Corts y mermado de recursos. De ese escenario arrancó la "refundación", dijo Sanz, alimentada con "la convergencia con la izquierda social realmente organizada", o sea, la calle.

En un discurso con un tono complaciente, Sanz sacó pecho por los últimos resultados electorales, al entrar en las Corts como grupo propio -aunque adelantado por Compromís-; volver a grandes ayuntamientos como Alicante o Castelló, o mantenerse como tercera fuerza en voto a las generales.

La coordinadora evitó el choque con las otras dos fuerzas del virtual tripartito (PSPV y Compromís), pero marcó un perfil propio dentro del espectro que comparten dentro de la alternativa al PP. Así las críticas al PSPV por permanecer en los escaños de las Corts el día de la huelga general; la convergencia de EU con las nuevas formas de lucha social que ponen "en entredicho los esquemas de la transición", como el 15 M; o la censura a la política "neoliberal" de Zapatero.

"EU no es un partido más del sistema, pero ese debe llegar a ser percibido con nitidez por la clase trabajadora y la ciudadanía". "Se trata de convertirnos en el referente político del cambio y la transformación social de un País Valencià destrozado por las políticas del PP", dijo. En el mismo mensaje incidió el diputado Ignacio Blanco: "EU se impone la responsabilidad de propiciar el cambio. Hay alternativa".

La hipotética alianza entre los partidos de la izquierda para formar un futuro tripartito que desbanque al PP de la Generalitat sobrevuela silenciosamente la vida de los tres partidos. En el caso de Esquerra Unida, la XI Assemblea de este fin de semana ha introducido un cambio para que un hipotético acuerdo postelectoral obtenga el aval de la militancia.

Los nuevos estatutos que se aprobarán hoy incluyen una modificación vía enmienda pactada en los procesos de toma de decisión (artículo 35. 3) para que las grandes operaciones políticas de Esquerra Unida sean consultados a todos los afiliados por medio de referéndum. Hasta ahora, se entendía como "grandes decisiones" los acuerdos para establecer coaliciones electorales, pero ahora también se incluirán los pactos de gobierno y los pactos de investidura.

Así las cosas, en caso de que los resultados electorales de las próximas autonómicas faciliten un cambio de Consell vía acuerdos entre los partidos de izquierda, los 2.300 afiliados de la coalición serán consultados. Con esta decisión, la militancia se blinda también ante decisiones polémicas, como sucedió en Extremadura, donde Izquierda Unida hizo posible la investidura del PP.

Al margen de esto, la asamblea votará hoy la lista que encabeza Marga Sanz, la única que se ha presentado, formada por 72 miembros. Estos dirigentes, junto con otros 72 elegidos por las comarcas, formarán el consell polític nacional, de donde Sanz sacará su nueva ejecutiva en unas semanas.

La lista crece respecto a la asamblea anterior en unos 20 miembros y sus posiciones de cabecera están copadas por los cargos instituciones en las Corts, el Congreso, diputaciones y ayuntamientos.

Incluye a representantes de todas las sensibilidades del partido, con mayoría del PCPV (la minoría mayoritaria a la que pertenece Marga Sanz) y un peso considerable para el grupo de independientes, que tiene que como referente al diputado Ignacio Blanco, ungido como número dos en la lista. La dirección también ha consensuado la lista con Espai Alternatiu e Izquierda Republicana, con un peso menor.

También se integra a dirigentes que en los últimos tiempos han conformado lo más parecido a un sector crítico, como el exdiputado provincial Juan Ramón Motoso o la exeurodiputada Marisa Bergaz.