Los miles de expedientes de tributos que desde que hace años se apilan en las dependencias de los servicios territoriales de Hacienda de Valencia han pasado a ser invisibles. Al menos, no tropezaran con ellos los inspectores del Ministerio de Hacienda que esta semana se encuentran en Valencia para controlar la gestión valenciana de los tributos. Ante la visita de los altos funcionarios, la directora territorial de Hacienda, Pilar Morán, decidió que era momento de "limpiar" la casa y ordenó a los funcionarios que trasladaran todos lo legajos al almacén ubicado en los sótanos del edificio. Se trata de expedientes acumulados, algunos de ellos a punto de prescribir, que todavía no han podido ser revisados por el personal y que, tal como ha venido denunciado este diario en numerosas ocasiones, se apilan en armarios, estanterías y en el suelo. Esta situación viene siendo aireada desde hace años por los propios sindicatos que avisan del colapso del servicio por la falta de personal.

La sección sindical de la la Federación de Servicios Públicos de la UGT no sale ahora de su asombro ante las directrices que la semana pasada emanaron de la dirección territorial. Según aseguran fuentes del sindicato, se dio órdenes a los empleados para que bajaran todos los documentos al almacén con el argumento de que esta semana tendría lugar la visita de los inspectores. Estas inspecciones del Ministerio de Hacienda se producen todos los años y en todas las comunidades autónomas. Su objetivo es valorar los medios y los recursos con los que cuentan los servicios autonómicos tributarios y analizar la gestión de los mismos para luego elaborar un informe. En principio, la presencia de los documentos apilados es irrelevante para los inspectores más allá de la imagen de colpaso que se traslada.

Mandiles contra el polvo

Pese a la carga de trabajo que soporta el servicio, los funcionarios no tuvieron más remedio que dejar sus puestos y dedicar buena parte de su jornada a retirar los legajos. Según las fuentes sindicales consultadas algunos incluso se trajeron mandiles de casa para no ensuciarse con el polvo de los legajos. La escena resultó grotesca y generó el cabreo del personal, que cuando haya concluido la visita de los inspectores tendrá que volver al almacén para recuperar muchos documentos.

Cabe apunar que buena parte de los expedientes que se acumulan no están resueltos. Desde la sección sindical se considera absurdo este tipo de directrices y se subraya que mientras los funcionarios suben y bajan cargados de papeles se deja de trabajar en la recaudación justo en un momento tan crítico para las arcas autonómicas.

En estos servicios territoriales se gestionan todo tipo de impuestos, entre los que gravan la transmisión de inmuebles o vehículos; el impuesto de sucesiones y donaciones; así como las tasas sobre el juego, ya sea casinos, bingos o máquinas. La plantilla asignada a la gestión de los tributos de la Generalitat está menguada desde hace tiempo y hay plazas pendientes de cobertura. El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, renovó la dirección general de Tributos y está tratando de dar un giro a la política tributaria.