España no es Somalia, pero la alarma no deja de sonar alto y claro. La crisis no crea ya solo masas de adultos en paro o fuga de cerebros, sino que cada día se constatan más casos de menores mal alimentados, que acuden al colegio sin desayunar y que solventan su hambre con cualquier producto de bollería industrial. No se observan esas trágicas estampas de pequeños con estómagos hinchados, pero según indican los expertos, si estos casos aislados de mala alimentación no se cortan rápidamente, en cinco o diez años podría verse una generación malnutrida.

Pedro Polo, miembro de la junta directiva de la Asociación Valenciana de Pediatría que ejerce en el Hospital General, indicó a Levante-EMV que, de momento, no se están detectando en las consultas casos de malnutrición "por hambre", pero sí se tiene constancia de rutinas que a la larga podrían derivar en toda una generación con deficiencias nutricionales. "Se están notando casos puntuales de niños que no tienen qué comer, pero por lo general lo que ocurre es que lo que ingieren no es lo adecuado", explica Polo. Así, puede darse la aparente paradoja de niños malnutridos con obesidad. "Hay un 25 % de obesidad infantil, y eso no ha menguado con la crisis", indica el experto. La malnutrición, aclara, se da cuando el índice de masa corporal y el peso se ve afectado, cosa que de momento se está dando al alza y no a la baja. El doctor y profesor añadió que por el momento tampoco se están recibiendo más casos de infecciones en niños, patologías éstas ligadas a la bajada de defensas.

La ola de alerta acerca de la alimentación infantil en España comenzó hace unos días con el "aviso" del comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa y el dato de que en Cataluña un 25 % de los niños vive en situación de pobreza. El debate sobre si los comedores escolares deben o no permanecer abiertos en verano (ya que en muchos casos es la única comida al día "decente" que hacen los menores) está más vigente que nunca. Partidos como el PSPV o Compromís ya han pedido a las Corts que se dé estos servicios durante las vacaciones estivales, medida que seguramente aplicará el gobierno extremeño.

Por otra parte, según explicó en una entrevista a este diario en abril el Delegado de la asamblea local de Valencia de Cruz Roja Carlos Ortega, desde 2012 la situación en España ha recibido el nombre de "Llamamiento", una especie de alerta de emergencia social para afrontar un momento muy difícil. Los últimos llamamientos de Cruz Roja han sido por la crisis humanitaria del Cuerno de África, el terremoto de Haití y el Sahel. Como indica el pediatra Polo, "la situación no es crítica aún a nivel médico, pero lo será si los políticos no dan soluciones".