La sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ ha condenado a la Conselleria de Sanidad a pagar 80.000 euros a los familiares de un paciente que falleció en 2005 tras serle diagnosticado un linfoma con seis meses de retraso. En la sentencia, difundida por El Defensor del Paciente, se estima parcialmente el recurso contencioso administrativo interpuesto por la mujer del fallecido. El retraso condujo al paciente a sufrir un linfoma de alto-intermedio riesgo que no respondió adecuadamente al tratamiento quimioterápico y que se transformó en un linfoma altamente agresivo que lo condujo irreversiblemente al fallecimiento.

En octubre de 2003 el paciente, de 53 años, acudió al servicio de urgencias del Clínico de Valencia con "tumoración" dolorosa en la zona inguinal derecha y pérdida de peso, motivo por el cual se le prescribieron antiinflamatorios y analgésicos y se le derivó a medicina interna. En noviembre volvió con los mismos síntomas y se le recomendó esperar a la consulta de medicina interna.

En diciembre se le realizó una biopsia de adenopatía con resultado de linfoadenitis granulomatosa con necrosis compatible con tuberculosis, y se inició un tratamiento con tuberculostáticos. Ante la mala evolución, volvió a ingresar en los servicios de medicina interna entre el 16 de marzo y el 1 de abril de 2004 y se le practicaron nuevas pruebas que concluyeron que padecía un linfoma folicular con afectación de más de cuatro territorios ganglinares. El paciente murió en julio de 2005.