El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, se mantuvo ayer firme en su postura de no acometer más recortes a pesar de la espada de Damocles que supone el incumplimiento del objetivo de déficit en 2014. Veinticuatro horas después de que el número dos de Hacienda, Antonio Beteta, instara al Consell a acometer un nuevo tijeretazo, Fabra aprovechó su participación en Madrid en los Desayunos informativos de Europa Press y la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para insistir en que el problema de la Generalitat no es de gastos, sino de ingresos y que estos últimos sólo pueden enderezarse con un cambio en el modelo de financiación.

Ante una auditorio repleto de autoridades políticas y empresarios, Fabra reclamó un nuevo sistema que garantice la igualdad de servicios entre todos los ciudadanos, al tiempo que culpó del déficit valenciano a la «infrafinanciación». Fabra, que centró su conferencia en ese asunto, acudió al evento con el informe del comité de sabios bajo el brazo, un estudio con el que pretende convencer al Gobierno de la urgencia de un nuevo sistema. Ahora bien, renegó de algunas de sus conclusiones, como la que plantea la devolución de competencias y la recentralización en áreas como la sanidad.

El presidente se declaró «autonomista convencido» y rechazó la devolución de competencias porque «ha costado mucho conseguirlas», aunque pidió suficiencia financiera. «No quiero renunciar a nada de lo que tengo», mantuvo. En su intervención, reiteró su defensa de una reforma del modelo basado «en las personas y no en los territorios» para que se garantice la prestación de los servicios de sanidad, educación y asuntos sociales con la misma calidad en todas las comunidades. «Si hacemos un modelo dirigido a las personas, algunos tendrían difícil justificar su exceso de gasto de la actualidad», apuntó en una crítica velada, aunque no la citó, a autonomías sobrefinanciadas como Extremadura.

Denunció que la C. Valenciana tendrá que afrontar en 2014 gastos de 10.000 millones de euros por la sanidad y la educación, mientras que sólo recibirá del Estado 8.200 millones. «Estamos en situación de infrafinanciación y no podemos consentir esa situación más tiempo porque va en detrimento de nuestra competitividad», indicó. Y añadió que si Valencia estuviera en la media de ingresos del Estado, cumpliría el objetivo de déficit e incluso podría tener superávit. Preguntado ex profeso por la necesidad de recortes adicionales, insitió: «No es un problema de gastar, es un problema de ingresos». Y dicho esto echó mano del informe de los premios Jaume I: «El actual sistema de financiación es injusto y crea desequilibrios entre los territorios», afirmó. Fabra se mostró a favor de la publicación de las balanzas fiscales, porque «la Comunitat no tiene nada que esconder», pero rechazó «enfrentamientos» entre unas comunidades y otras. Eso sí, rechazó de plano cualquier acuerdo bilateral del Estado con Cataluña o tratamiento diferenciado. «Todos tenemos sentimiento de territorio y nos gustaría tener más ingresos. Pero eso no quita la corresponsabilidad para ir de la mano del Gobierno y ajustar el déficit», subrayó. «Todos tenemos sentimientos nacionalistas, una larga historia, tradiciones, cultura y lengua, pero lo que debemos hacer es sumar», sentenció.