La desigualdad entre los barrios no es un fenómeno novedoso, sin embargo se ha agravado en las últimas tres décadas. Según el estudio realizado por el equipo de investigación que dirige la sociólogo y antropóloga de la Universitat de València Josepa Cucó, los impactos del «cosmopolitismo» en los barrios de Penya-roja, Mercat, el Carmen y el Cabanyal presentan «un agudo contraste». El primero es un barrio nuevo acomodado, contiguo a la Ciudad de las Artes, pulcro, homogéneo, seguro y globalizado.

El Mercat y el Carmen representa otra tipología, la de los barrios populares centrales con una terciarización relevante, una renovación limitada y una heterogeneidad social y cultural de su vecindario. Estos barrios ocupan en la Valencia globalizada un lugar secundario.

Peor diagnóstico presenta el Cabanyal, que representa el barrio periférico obrero, con un proceso de degradación socio-urbana y una amenaza pendiente que es la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez. En la Valencia globalizada, el Cabanyal no tiene lugar, por ello es ocultado, señala el informe.

La conformación de barrios estigmatizados por su supuesta peligrosidad, como el Cabanyal, es consustancial a la ciudad espectáculo por que el espacio público se mercantiliza y el entramado vecinal que proporciona vínculos sociales es supeditado a la rentabilidad de la gestión urbana.