Catalá intentó ayer no abrir más frentes ni remover viejas polémicas, por otra parte, también promovidas desde su propio partido. Al hilo de la petición a la Acadèmia Valenciana de la Llengua para que modifique su definición del valenciano, los periodistas interrogaron a Catalá sobre su parecer en torno a la definición que hace la Real Academia de la Lengua Española (RAE) en la que se considera el valenciano como una variante del catalán. Catalá, que trató de evadir la polémica, acabó reconociendo que el Consell no le gusta esta definición, si bien descartó impugnarla. Marcó la distinción entre ambas institucione al remarcar que la primera era una institución privada, mientras que la segunda era un órgano estatuario que debía someterse al Estatuto de Autonomía.

Cabe recordar que el grupo popular presentó una proposición no de ley en las Corts firmada por su portavoz, Jorge Bellver, emplazando al Consell para que se dirija a la Real Academia Española (RAE) «solicitando que, en virtud de los acuerdos que la institución tomó el año 1959, y de cuanto establece el vigente Estatuto de Autonomía se reconozca al valenciano su categoría de lengua o idioma propio de los valencianos que se habla en la mayor parte de la Comunitat Valenciana, y así lo haga constar en la próxima edición del Diccionario». La propuesta, que argumentaba que el valenciano viene de los íberos, en el siglo VI antes de Cristo», causó tal revuelo que, al final, el PP la dejó encima de la mesa.

Por otro lado, la consellera dijo ser respetuosa con la autonomía universitaria y evitó entrar en polémica con los rectores que han pedido al Consell que rectifique.