Las de 2014 iban a ser las fallas de los drones. Las imágenes captadas desde estos aparatos no tripulados aportan unos planos nunca vistos en la fiesta que pueden convertirse en un reclamo internacional más, según fuentes del sector. Pero la falta de regulación puede impedir que estas iniciativas prosperen, al menos en el corto plazo. De hecho, las administraciones de las que depende el uso de los espacios públicos se lavan las manos y remiten a las empresas del sector a la estricta legislación aérea, que impide el vuelo sobre núcleos urbanos a menos de 300 metros de altura, lo que haría imposible la toma de imágenes de los monumentos.
La preocupación en el sector nace después de que Levante-EMV publicara que la Policía Local de Valencia obligó la retirada de un dron que estaba tomando imágenes de la iluminación de la falla Sueca-Literato Azorín. Los agentes explicaron al propietario del aparato no tripulado que al carecer de permisos no podía volar por la ciudad. Pero, ¿Dónde pueden pedir estas autorizaciones las empresas del sector?
Desde la firma valenciana Airworksmedia se han dirigido a todas las instancias para conseguir una autorización para poder grabar con drones y no la han conseguido. El Servicio de Circulación y Transportes y sus Infraestructuras del Ayuntamiento de Valencia les ha contestado que el consistorio no tiene competencias para permitir vuelos de aparatos no tripulados por la ciudad y remite al aeropuerto de Valencia, encargado de distribuir las servidumbre aéreas en la ciudad, para que les facilite los permisos. El informe al que ha tenido acceso este periódico recomienda que los interesados en utilizar estos aparatos voladores dispongan de un documento en el que contemple «qué medidas técnicas y humanas se van a establecer para garantizar la seguridad de los viandantes y tráfico en general durante el rodaje».
Aena, la empresa pública gestora del aeropuerto de Valencia, tampoco aclara mucho más la situación. En un correo electrónico remitido a la empresa Airworksmedia por el Departamento de Coordinación Operativa del espacio Aéreo (COP), Aena asegura que no puede dar una autorización para el vuelo de los drones en la ciudad «al no existir normativa aplicable a estas actividades» y remite a los interesados a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, el organismo del Estado que vela para que se cumplan las normas de aviación civil en el conjunto de la actividad aeronáutica de España.
Máximo Urrutia, portavoz de Airworksmedia, se lamenta de que no haya una normativa sobre los drones y que no puedan obtener permisos en ningún sitio para trabajar. «El reglamento al que nos remiten es el de aviación y éste considera los drones como un avión. De esta manera es imposible que podamos volar en las ciudades», explica. Según Urrutia, las fallas y la Junta Local Fallera de Valencia no les pusieron ningún problema para grabar los monumentos. «Lo haríamos en horarios en que no hubiera gente, entre las 6 y las 9 de la mañana», argumenta el experto en drones.
Este empresario relata cómo tienen proyectos en Dubai y Latinoamérica, donde los aviones no tripulados campan a sus anchas, y que su empresa colabora con la Universitat Politècnica de València en el desarrollo de proyectos de promoción turística a través del uso de estos artilugios no tripulados. Muy en la línea de la grabación de las fallas.
De momento y sin autorización, el uso de drones no está prohibido, pero tampoco legalizado. Hay un vacío legal. Según la ley aérea no se pueden usar en zonas urbanas, pero depende del celo con el que se empleen los policías locales.
