La deportación de Querton Hurtado a Colombia tiene una explicación desde el punto de vista policial, y por tanto legal. El comisario principal y jefe de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Valencia, Antonio Martínez Ferrando, argumenta que cuando Querton acudió a las dependencias policiales de Castelló para regularizar su estancia en España, los agentes observaron que tenía abierto un proceso de expulsión abierto desde 2012, iniciado en Madrid. «Puesto que el señor Hurtado no hizo nada por detener, suspender o echar atrás este proceso con algún recurso, el proceso permanecía abierto. Cuando la policía localiza a alguien que debe ser expulsado lo que tiene que hacer es proceder a ello, de lo contrario estaría prevaricando», asevera Martínez Ferrando. En este punto, aclara que el caso de Querton «es uno de los pocos en los que se expulsa a alguien sin antecedentes policiales o penales, porque a las gran mayoría de los deportados son delincuentes». Respecto al trato que reciben los inmigrantes por parte de los policías durante las 72 horas que puede durar una deportación, el comisario prefiere no entrar. «Nos acusan de falta de sensibilidad, pero nosotros nos limitamos a cumplir las leyes. Se quejan de la forma porque no pueden del fondo. Que no pudo despedirse de su novia, bueno pues que lo haga cuando baje del avión». p. v. valencia
