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Investigación

El Centro Príncipe Felipe desmantela 4 laboratorios

Las compañías privadas ocupan ya un 30 % de los 32.000 m2 de la entidad investigadora de la Generalitat

Desmontaje de uno de los laboratorios. levante-emv

Tres de cada diez metros cuadrados de los 32.000 construidos en el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia se dedican ya a oficinas de empresas privadas que abonan un alquiler por el uso de un suelo científico de titularidad pública, según informaron a Levante-EMV fuentes próximas a los trabajadores que precisaron que prácticamente de un 30 a un 35 % de la superficie que abrió sus puertas en enero de 2005 ya es de uso privado. En las últimas semanas se han desmantelado por completo dos laboratorios situados en la planta cero de la torre B que acogía a tres grupos de investigadores. El material se depositó en uno de lo patios del edificio, como se observa en una de las fotos que ilustran esta información.

En estas dos áreas de investigación se han arrancado las bancadas de trabajo y las tuberías, se han desmontado las campanas de extracción de gases y se ha eliminado todo el área de cultivos celulares. Todo el material se ha trasladado al sótano del centro que en estos momentos es la viva imagen de un almacén de trastos pues se acumulan neveras, congeladores, microscopios, centrifugadoras y todo el material procedente de los laboratorios inhabilitados.

Adiós a las células madre

Hace unos meses se desmontó por completo todo el área de investigación de la planta baja que utilizaba el grupo de Carlos Simón para sus estudios con células madre que contaba con unas instalaciones de alta bioseguridad para garantizar la asepsia de las manipulaciones y de los ensayos. Esa zona también contaba con cabinas con especiales condiciones de esterilidad donde se manipulaban animales estériles que requirió una importante inversión. Aunque se trataba de una sola área de investigación, el espacio estaba dividido en salas pequeñas donde se realizaban los diferentes ensayos de diferenciación de las células madre embrionarias. Ese área acoge ahora un grupo de bioinformática y en el próximo mes de mayo la empresa Bull instalará ahí sus oficinas.

Otro laboratorio situado en la planta segunda que acogía a dos grupos de científicos también ha desaparecido en la nueva política de reconvertir las instalaciones en dependencias de empresas privadas. La zona es ocupada ahora por una compañía que se llama Eugenia.

Fuentes del centro también indicaron que Oncovisión, que fue la primera empresa que en 2011 se instaló en el moderno edificio con un alquiler que en ese momento era la tercera parte del precio del suelo en el mercado, ha mantenido su expansión y ocupa ya la tercera planta de la Torre C y se ha quedado también con la mitad de la segunda planta de esa misma torre. En el primer contrato de arrendamiento de suelo científico que promovió el entonces gerente Carlos Pérez Espuelas, la empresa Oncovisión se comprometió a pagar un alquiler anual de 56.400 € sin IVA por 726 m2, a razón de 6,4 € al mes por m2 con la limpieza, el agua, y el servicio de protección radiológica incluidos.

Más espacio a Oncovisión

Según indicaron fuentes próximas al centro, Oncovisión ha ocupado otra sala más en el sótano donde ya dispone de dos habitaciones plomadas por completo según el standard de protección radiológica. «Estamos muy desmoralizados, llevo muchos años en investigación y lo que que está ocurriendo ahora no lo he visto nunca», declaró a este diario un científico experimentado.

La Conselleria de Sanidad, por su parte, negó la existencia de una política de desmantelamiento y declaró: «Se está dando entrada a empresas para colaborar con grupos del centro, fomentando la colaboración público-privada que impulsa la UE».

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