El Banco de Alimentos de Valencia mostró ayer su «indignación» por la sentencia y aseguró que voluntarios, cooperadores y asociaciones caritativas que se nutren de los alimentos de la entidad «están desolados». «Se va a generar un enorme perjuicio en las familias necesitadas de los alimentos que se recogen», dijeron.
Para entidad, la ley que obliga a tener planes de evaluación se seguidad laboral «era y es un éxito, pues tiende a evitar accidentes laborales». «Esta ley tiende a sancionar con pena de prisión conductas empresariales dolosas o totalmente descuidadas en orden a la prevención de riesgos laborales de sus trabajadores, debiéndose tener siempre en cuenta que se deben prever conductas de los trabajadores distraídas o imprudentes sin el calificativo de temerarias, a la hora de establecer las medidas efectivas», añadieron.
Para el Banco de Alimentos su caso «es peculiar y no por ello ausente de desgracia, sobre todo para el trabajador lesionado, a quien se le debe y se le ofrece el debido respeto, que causa perplejidad». Desde la ONG justificaron que «en el caso del Banco de Alimentos de Valencia, carente de medios económicos, no se piensa, como es lógico en actuar como una empresa».
«La sentencia se ha ejecutado sin tener en cuenta el fallo humano y tratando de empresa mercantil a una ONG cuya finalidad es dar de comer a los más necesitados, actualmente, más de 51.000 personas mensuales», apuntaron desde la entidad que preside Jaume Serra.
Desde su constitución el Banco de Alimentos ha pasado de ofrecer alimentos a 1.500 personas al mes en 1995 a 51.840 usuarios mensuales el pasado año. De los 100.000 kilos de alimentos repartidos en 1995, han pasado a entregar en 2013 5.489,274.
