"Muchos se pusieron de perfil con Oltra; Podemos siempre fue claro"

El ritmo de Irene Montero es frenético, se nota en el paso acelerado entre las diferentes salas de La Rambleta durante la sesión de fotografías previa a la entrevista y en la velocidad con la que hilvana las frases e ideas de su discurso. Ante sí, tiene el reto de lograr que Podemos retome el vuelo en las elecciones europeas. Para ello, evita entrar en las disputas de la izquierda y reivindica el «sí se puede» inicial y la lucha frente a la guerra judicial que denuncia Pedro Sánchez y que los morados, indica, conocen de sobra.

La semana política ha quedado marcada por la carta de Pedro Sánchez. ¿Qué sintió al leerla? 

Sentí que sabemos perfectamente por lo que está pasando y que ojalá ahora que ellos están empezando a sufrir esa guerra judicial y mediática de forma directa dejen de mirar para otro lado o incluso de dejar hacer al bloque reaccionario porque creen que les puede beneficiar electoralmente. No habríamos llegado hasta aquí si no se hubiese guardado silencio y se hubiese mirado para otro lado cuando la guerra judicial y mediática empezó a operar primero contra el proceso de cambio en España y luego contra el gobierno de coalición y los avances feministas como en el caso de la ley del solo sí es sí.

¿Echó de menos ese cariño en su momento?

Me hubiese gustado que no hubieran mirado para otro lado o que no dejasen hacer a esos sectores reaccionarios que llevan tantos años intentando tumbar un proceso de cambio que tiene un apoyo social y democrático mayoritario. Pero quiero decir que nunca me he sentido sola y por eso también salimos rápido a mostrar ese cariño al presidente. En los momentos en los que la reacción golpea con más fuerza, lo más importante es no estar sola y yo tengo la suerte de tener un partido que es Podemos y un equipo en cuando estábamos en el Ministerio de Igualdad que me ha hecho saber que nunca estaba sola y que lo que estábamos haciendo merecía la pena. 

Esa era la pregunta que se hace en su carta Pedro Sánchez, ¿a usted le merece la pena? 

Sin ninguna duda y esto importa mucho decirlo. Muchísima gente en estos días puede sentir mucha incertidumbre porque uno de los efectos más duros en términos democráticos de la guerra judicial y mediática es que genera antipolítica porque su objetivo es frenar las transformaciones sociales y que la gente crea que no se pueden cambiar las cosas. Pero yo quiero quiero transmitir todo lo contrario, y lo digo sin ninguna ingenuidad, se pueden transformar las cosas, pero para eso hace falta voluntad política, cuidar y acompañar a quien está transformando y no criminalizarle o no culpabilizarle de la reacción.

¿Y cómo se le planta cara a esa "guerra judicial" que denuncia?

A los reaccionarios se les para avanzando en derechos y nunca con silencio, poniéndose de perfil o mirando a otro lado. También democratizando el poder mediático y la justicia cambiando el acceso a la carrera judicial o desbloqueando el Consejo General del Poder Judicial.

¿La situación de reflexión que ha abierto Sánchez cambia en algo la relación de Podemos con el Gobierno?

Hacemos esto por convicción democrática y política, no porque cambie la relación con el Partido Socialista. Estos debates son centrales para la democracia en nuestro país porque aunque vayan a por personas concretas, el objetivo siempre es colectivo, es disciplinar y frenar las transformaciones, que la gente crea que la vida es así y que las cosas no se pueden cambiar y lo hemos dicho cuando nos han dejado solas y lo decimos ahora que otras muchas compañeras y compañeros se dan cuenta.

¿Está en riesgo la legislatura?

Estamos en un momento de enorme incertidumbre y el problema no es que esté en riesgo solo la legislatura, está en riesgo la democracia; que manden más quienes no se presentan a las elecciones que lo que vota el pueblo. Están en disputa todas las transformaciones sociales y de derechos.

Y en un momento de riesgo democrático, ¿cómo se puede explicar la división en la izquierda?

Las formaciones del bloque progresista hemos demostrado que existen muchas formas de trabajar juntas y no todas pasan por presentarse juntas a las elecciones, es una forma, pero también hay formas muy poderosas de trabajo entre las fuerzas del bloque progresista como pactar los presupuestos con la izquierda y no con Ciudadanos como quería al principio el Partido Socialista. 

Sin embargo, a nivel electoral tiene un coste que haya, como se vio en Galicia o Euskadi, tres papeletas a la izquierda del PSOE. 

Evidentemente, y forma parte de los debates y hay múltiples causas por las que se puede decidir concurrir juntos o por separado a unas elecciones, pero es una pregunta secundaria que oculta la cuestión fundamental: si la gente tiene esperanza de que las cosas pueden cambiar. El problema es que el bloque reaccionario ha conseguido convencer a una parte de la población de que las cosas no pueden cambiar y lo han hecho porque, en parte, tienen poder y, en parte, porque hay sectores del bloque progresista que cuando el bloque reaccionario ha atacado han decidido apartarse, mirar para otro lado o incluso criminalizar a quien estaba en primera línea diciendo debe dimitir con tal de no asumir el coste político, y eso se ha visto aquí, en València, con Mónica Oltra, y ojalá aprendamos la lección y no volvamos a decir que una compañera tiene que dimitir.

A nivel valenciano, ¿Compromís es un aliado de Podemos? 

Ahora mismo, no. Ellos han decidido que su aliado es otra fuerza política que es Sumar.

¿La relación con Compromís hubiera sido distinta en el último año se hubiera seguido Mónica Oltra al frente del partido? 

Yo respeto mucho el silencio de Mónica Oltra y si ella no habla, yo tampoco debo hacerlo salvo para decir que ni yo ni Podemos nos hemos puesto de perfil y siempre hemos dicho que es una clarísima víctima de ese bloque reaccionario que ha intentado frenar el proceso de transformación en esta tierra que era el Botànic a través de acabar con Mónica Oltra.

¿Ha hablado con ella?

Quiero respetar su silencio. 

¿Cree que las elecciones en la Comunitat Valenciana hubieran sido distintas si no hubiera habido caso Oltra?

Y en caso también de que no hubiesen mirado muchos para otro lado y se hubiesen puesto de perfil con los ataques a Podemos, que ha sido una fuerza determinante en la existencia de los gobiernos progresistas, o diciendo que hacíamos ruido, que ha sido un mantra de muchas fuerzas progresistas en estos años.

¿Incluye ahí a Compromís? 

Por supuesto, pero no es que lo incluya yo, se han incluido ellos. Lo han dicho, la hemeroteca está ahí. Si no se hubiese dejado hacer contra Podemos pensando que las cosas nunca llegarían, a lo mejor no se hubiese puesto en riesgo el gobierno progresista. 

¿Y esos choques entre dos fuerzas aliadas no genera desafección y explica porqué el espacio progresista ha ido menguando? 

Podemos hacer autocrítica y siempre podemos hacer las cosas mejor, pero creo que lo que genera desafección no es eso ni que la forma de ir a las elecciones, lo que genera desafección es criminalizar a quien se está enfrentando al bloque reaccionario porque la guerra judicial tiene por objeto generar esa desafección. Y si dejamos que ataquen a quienes están al frente de las transformaciones y hay quien se pone de perfil por interés electoral, lo que pasa no es que se quema uno y otro gana más espacio electoral, lo que pasa es que se pierden los gobiernos.

En 2014 fueron las primeras elecciones a las que se presentó Podemos también en unas europeas, ¿Qué queda del primer Podemos?

El "sí se puede" sabiendo ya que no es solo una convicción, sino que es una realidad; que las cosas se pueden cambiar aunque sea con un alto coste político. Hemos aprendido mucho, obviamente estamos en un momento difícil, no sólo como organización sino como proyecto político, pero estamos en un momento enormemente poderoso donde Podemos se juega mucho para seguir siendo una fuerza transformadora.

¿Estas elecciones son un fin de ciclo o el inicio de uno nuevo?

Eso lo decide la ciudadanía, aunque sobre todo, la gente decidirá si Europa va a ser un territorio para la paz o para la guerra; y no es una decisión menor, porque la élite europea está planteando aumentar el gasto militar, también aquí los partidos del Gobierno, porque la guerra nunca viene sola, siempre viene con recortes.También es una pregunta para que Europa deje de ser cómplice del genocidio en Palestina y cómplice de Israel. Y en España la decisión es si es posible volver a poner en pie una fuerza con capaz real de transformación. 

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