Más de 600 profesionales participan desde hoy en Valencia en el 40º Congreso de la Sociedad Nuclear Española, en el que se presentarán alrededor de 300 ponen cias técnicas que analizan, entre otros aspectos, las medidas adoptadas por las centrales nucleares españolas para hacer frente a las revisiones derivadas del accidente de Fukushima y los proyectos para prorrogar la vida operativa de las instalaciones existentes en el país.

Según Franscisco López, presidente de la Sociedad Nuclear Española, el organismo regulador norteamericano, NRC, ya ha abierto este debate al decidir que sería posible ampliar hasta 80 años la vida operativa de las centrales aplicando los sistemas de mantenimiento y renovación de equipos que han hecho posible a muchas instalaciones de este país obtener permiso para operar durante 60 años, tal como ha solicitado la central de Garoña en España.

Francisco López recordó que aunque las necesidades energéticas y el «exceso» de potencia instalada en España hacen impensable la construcción de nuevas centrales, en el mundo operan 430 instalaciones nucleares, hay 70 en construcción y 170 más programadas. Pese al impacto de Fukushima , solo Alemania, «por el momento», dijo, ha renunciado a la energía nuclear, que definió como «segura, viable y bien gestionada».

López puso como ejemplo al Reino Unido, donde se proyecta , con financiación compartida público-privada, una nueva central de dos grupos y 3.000 megavatios de potencia presupuestada en 12.000 millones de euros.

El presidente de la SNE pidió un marco «estable» como el creado en el Reino Unido y denunció «la doble carga» impositiva sobre la actividad nuclear derivada de la Ley de Medidas Fiscales y Sostenibilidad energética aprobada por el Gobierno en 2013. Bajo el argumento del impacto ambiental de las centrales, el Gobierno grava ahora la producción eléctrica sea cual sea su origen y penaliza también la gestión del combustible nuclear gastado.

Francisco López recordó que la citada ley «ni cuantifica ni determina» el impacto ambiental y su «único objeto» es cargar sobre el sector nuclear la resolución del llamado «déficit de tarifa».

En este contexto, la potente industria auxiliar nuclear española, presente en el evento, pone sus ojos en China, un país agobiado por su déficit energético que está desarrollando un ambicioso programa nuclear del que participan cada vez más empresas nacionales. «Pese a la ausencia de nuevos proyectos», subrayó Francisco López, «el sector da empleo a más de 30.000 personas en España».

El Congreso de la SNE será inaugurado hoy por la alcaldesa de Valencia Rita Barberá y se prorrogará hasta el próximo viernes.