Además de aprobar las bases programáticas que ha coordinado Juan Antonio Gisbert, exdirector de la CAM, el PSPV sacó adelante en el comité nacional de ayer las cuentas para 2015. Blanquerías tendrá que destinar el grueso de sus ingresos a pagar deuda. Concretamente, 1.231.000 euros, divididos entre deuda bancaria (931.000) y pago a los acreedores (300.000). Puig se encontró un partido con las cuentas quebradas y fruto de ellos es que destinen el 44% de los ingresos a amortizar deuda. En cuanto a los ingresos, el presupuesto contempla casi 600.000 euros en cuotas, aunque el montante principal procede de las subvenciones oficiales: 1.790.000 euros, de los que el PSPV calcula que unos 600.000 euros correspondan a la asignación del Estado por la representación obtenida en las elecciones.

Por lo demás, fue un comité nacional tranquilo, propio del calendario de precampaña. Un crítico como Ramón Marí, alcalde de Albal, brindó su apoyo a Ximo Puig. La mayoría, de hecho, incidió en reivindicar el trabajo del partido contra la corrupción de los últimos años, frente a Podemos, al que prácticamente no se nombró pero estuvo presente en todo la reunión. Ximo Puig, por su parte, animó a los cuadros del partido en vísperas de la campaña: «Somos la opción que le conviene a la gente, a los trabajadores y a los empresarios, por lo tanto vamos a darlo todo porque los valencianos necesitamos más que nunca pasar página de esta hipoteca moral que nos ha dejado el PP». j. l. g. valencia