La inversión estatal en obra pública a nivel nacional aumentó un 56,3% en 2014 respecto a 2013. Un esfuerzo inversor del que no se benefició la Comunitat Valenciana ya que las licitaciones de la administración general del Estado cayeron un 59,84% en 2014 respecto a 2013, según revela el último informe anual de 2014 sobre licitación pública elaborado por la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana (CCCV). Unas cifras que evidencian que el Gobierno apenas dedicó a los intereses valencianos el 2,18% del volumen de inversión que movilizó el ejecutivo central en 2014: un total de 6.262,852 millones de euros de los que sólo correspondieron a la Comunitat Valenciana 186,834 millones de euros.
Este dato incontestable será uno de los argumentos que los empresarios valencianos expondrán al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, de visita en la Comunitat Valenciana, seis meses después de que la patronal solicitara una reunión con el responsable de las cuentas del ejecutivo de Mariano Rajoy.
La caída de las inversiones en 2014 es más significativa, si cabe, ya que ha coincidido en el tiempo con las reivindicaciones de los empresarios valencianos que han reclamado, desde la insólita rueda de prensa que protagonizaron el 7 de julio, la mejora de la financiación y que la Comunitat Valenciana reciba, al menos, el 10% de la inversión estatal, en correspondencia a la población que acoge. A pesar de la movilización y las reivindicaciones empresariales, la cruda realidad de los datos de licitación confirma el ninguneo evidente del Estado a las necesidades de la Comunitat Valenciana. «Y el abandono en cuanto a la bajísima inversión en infraestructuras productivas tanto de transportes como dotacionales: hidráulicas, sanitarias, educacionales o culturales y sociales», lamenta el gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, Manuel Miñes.
En consonancia a esta baja inversión del Estado, la atención del Ministerio de Fomento (el departamento inversor por excelencia) hacia la Comunitat Valenciana también sigue en caída libre desde hace varios años. En 2014, el departamento que dirige Ana Pastor apenas dedicó el 2,08% de su presupuesto de inversiones (que ascendió a 4.785,21 millones en 2014) a la Comunitat Valenciana, ya que sólo logró arañar 100,592 millones el pasado año. Un porcentaje que se repite en las cuentas de la dirección general de Carreteras que, pese a movilizar 1.007,33 millones de euros en 2014, apenas dedicó 22,280 millones a las carreteras valencianas, a pesar de todas las obras que se ejecutan al ralentí (el tercer carril de la A-3, las variantes de la Font de la Figuera o de Cullera).
Por último, la inversión real de Adif en la Comunitat Valenciana en 2014 apenas supuso el 1,74% (49,35 millones) de los 2.829,49 millones que movilizó la empresa pública responsable de ejecutar las obras de alta velocidad y del tercer carril en el corredor mediterráneo. Unas cifras que, a juicio de la Cámara de Contratistas, «evidencia la marginación de la Comunitat Valenciana. La realidad objetiva de los número puede con los discursos y manifestaciones grandilocuentes, pero desgraciadamente irreales, de nuestros representantes públicos», lamenta el gerente, Manuel Miñes.
