Presiones para que firmen unos papeles de cesión de patrimonio, omisión de la medicación prescrita, ataques verbales o físicos a un colectivo especialmente necesario de protección... los casos de maltrato a las personas mayores de 65 años se han multiplicado durante los últimos años y se diversifican en una amplia tipología que va desde el ataque físico a la negligencia voluntaria.

Un informe publicado por el Imserso cifra en hasta un 12 % el número de personas mayores víctimas de este tipo de situaciones en España. En Cataluña el número de denuncias ha crecido un 25 % en un solo año y la pregunta es: ¿Qué está ocurriendo en la C. Valenciana? Una de las entidades que ha enfocado su mirada hacia esta problemática es la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (UDP). Su presidente provincial en Valencia, José Sanchis, atendió ayer a Levante-EMV y comentó que «es una situación que hemos identificado en bastantes ocasiones durante los últimos años y, desgraciadamente, continua en la actualidad».

Las estimaciones de la UDP apuntan a que entre el 2 y el 3% del colectivo de personas mayores de 65 años que vive en la Comunitat Valenciana puede estar sufriendo algún tipo de maltrato. Con más de 900.000 residentes pertenecientes a la tercera edad, los datos avalan que el maltrato en el hogar podría afectar a más de 18.000 ancianos de Valencia, Castelló y Alicante. Sanchis comentó que «lo peor es que no se denuncia. Nadie está cómodo denunciando a sus propios familiares». Así lo certifican los registros oficiales sobre violencia doméstica que confecciona el Instituto Nacional de Estadística (INE), que cifran en un total de 169 los valencianos mayores de 65 años con orden de protección o medidas cautelares solicitadas por el juez por casos de maltrato durante el ejercicio 2013.

Voluntariado de mayor a mayor

Conscientes de la necesidad de ayudar a los afectados por estas situaciones de maltrato -así como a otras personas mayores que se encuentran solas- desde la UDP desarrollan un programa de voluntariado entre mayores, con 750 participantes en 70 pueblos repartidos por toda la provincia de Valencia.

Sanchis expuso que «algunos mayores han sido sacado de las residencias con la única excusa de recibir la prestación. Luego no los cuidan. Y hay casos muy graves de robos o palizas. Es algo que se debería atajar».