La implantación de la jornada continua en los colegios es una reivindicación histórica de los maestros y sindicatos docentes, que esgrimen que ya está permitida en todas la autonomías salvo la C. Valenciana, Cataluña, País Vasco y Aragón. Por contra se oponen a ella las organizaciones de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) mayoritarias de la escuela pública. Así la presidenta de FAPA-València y la confederación autonómica Gonzalo Anaya, Eva Grimaltos, afirma que la jornada continua «discrimina y es clasista». «Si se generalizara habría familias con menos recursos donde los niños se verían obligados a pasar la tarde solos en casa. El fin de la escuela pública debe ser propiciar la igualdad de oportunidades y no al contrario», ha afirmado recientemente. Mientras, la concertada vive al margen de este debate, pues ningún colegio se plantea renunciar a la jornada partida. Es más, el sector esta convencido de que mantener el horario tradicional de 9 a 17 horas hará que tengan más demanda si la jornada intensiva se generaliza en la pública. r. m. Coll valencia