La Generalitat ha arrancado el año electoral echando, al menos en apariencia, la casa por la ventana. El Ministerio de Hacienda hizo ayer públicas las cifras de déficit, según las cuales, la Generalitat cerró enero con un déficit de 230 millones, lo que supone el 0,23 % del Producto Interior Bruto (PIB) regional. Es el mayor desfase, en relación al PIB y en cifras absolutas, de todas las autonomías. Además, si se descuentan los anticipos inyectados por el Gobierno a cuenta de la liquidación de julio (150 millones), el déficit llega al 0,36 % del PIB valenciano. De este modo, el Consell ha agotado en 30 días la mitad del límite fijado para todo 2015, que es del 0,7 %.

«Refleja el esfuerzo en los pagos»

El 0,23 % es más del doble que el déficit registrado en 2014, que fue del -0,10 %, con un desfase entre gastos e ingresos de 110 millones. Así, la valenciana una de las tres que empeoró sus cifras respecto a 2014, junto a Cantabria y Aragón. De hecho, fue la que más los agravó: 13 centésimas frente a 4 de las otras dos. Los 230 millones de 2015 suponen la tercera parte de todo el déficit autonómico en enero, 649 millones (el -0,06 % del PIB), una reducción del 51 %. Tras el Consell, le siguió Extremadura, con un déficit del 0,19 %; Cantabria, 0,18 %; Castilla-La Mancha, 0,15 %; y Andalucía, 0,12 %. Fuentes de la Conselleria de Hacienda achacaron el dato a criterios contables y al «esfuerzo en contabilizar pagos», con el fin de que se beneficien de la inyección del FLA a primeros de abril (ver al lado). Apuntaron que este año las facturas de pago diferido al futuro se anotarán a lo largo de todo el año (antes era en diciembre). Asimismo, en 2014 el Estado anticipó en enero 210 millones y éste, solo 150. Además el Consell abonó 60 millones de la extra de 2012.

En cuanto al Estado, el déficit hasta febrero fue de 11.818 millones, el 1,09 % del PIB, frente al 1,22 % registrado en 2014. Supone una reducción del 8,8 %.