«Una familia de cazadores de renos de Laponia ha llegado al aeropuerto de Barajas, procedente de su país, acompañada del alcalde de Benidorm, don Pedro Zaragoza, para pasar unos días en esta villa alicantina» titulaba en portada hace medio siglo el diario Información, cabecera del Grupo Editorial Prensa Ibérica al igual que Levante-EMV. La pintoresca idea de traer lapones a Benidorm en 1965 para que contaran a su regreso el fabuloso clima del municipio no fue una ocurrencia aislada de quien se convirtió el pionero del marketing turístico español.
Pedro Zaragoza, el alcalde que logró la bula para el bikini en tiempos de censura y que pidió para su jardín la estatua de Franco retirada de las calles de Madrid en plena democracia, fue el político que más ideas novedosas y exitosas llevó a cabo para vender Benidorm como el mejor destino de Europa. Por ello, su figura trasciende a la anécdota de su viaje en motocicleta al Pardo para que Franco mediara en su pugna contra el Obispado para permitir a las extrajeras lucir palmito en los dos piezas.
Así lo entiende Óscar Bernàce, director del exitoso cortometraje Bikini. Una historia real, que ha empezado a rodar su segundo ambicioso proyecto: un documental titulado Benidorm, Benidorm. La ciudad que embotelló el sol, que también realiza con la productora Nakamura Films.
En la nueva película, según explicó el director, no sólo se da a conocer mejor la figura de Pedro Zaragoza sino que se repasan algunas de sus decisiones más llamativas y campañas de marketing turístico rompedoras para la época, «como la promoción realizada en el Norte de Europa cuando llevó ramas de almendros en flor en pleno diciembre para que fueran expuestos en los escaparates de las agencias de viaje y grandes almacenes, logrando atraer la atención de los escandinavos».
La «Isla de los Periodistas»
Para narrar esos hechos el director utiliza la entrevista como vehículo principal, siendo una de las primeras la realizada a quien hoy es alcalde de la ciudad, Agustín Navarro, quien no participa en el rodaje por su cargo político sino por su testimonio personal, como sobrino del primer guardia a quien Pedro Zaragoza puso a vivir en la isla de Benidorm, «bautizada» también como Isla de los Periodistas.
Según explica el director, Navarro «cuenta cómo Pedro Zaragoza puso a su tío de funcionario municipal a vivir en la isla para evitar que Franco la nacionalizara y pasara a ser propiedad de la Marina». Además del alcalde, explica aquella y otras anécdotas el periodista Pedro Nuño de la Rosa, autor de la biografía de Pedro Zaragoza. Sociólogos, arquitectos y otros profesionales irán analizando y desgajando igualmente cómo fue el «desarrollismo» en España y la evolución de Benidorm como «paradigma».
Por otra parte, el director utilizará la música como un pilar fundamental del documental. La banda sonora de España está vinculada a Benidorm a través del Festival de la Canción que tantos años estuvo en marcha y que se convirtió en un referente para talentos emergentes, cuyas canciones son ahora símbolo de una época. Por ello, han iniciado los contactos para poder entrevistar a aquellos jóvenes „hoy son artistas de renombre mundial„ como Julio Iglesias o Raphael.
Además de grabar en Benidorm, la productora Nakamura Films viajará por distintos enclaves para el documental. Entre los destinos próximos de grabación figurarán países del Norte de Europa. Allí se citarán con touroperadores que recordarán las campañas pioneras que les llevaron incluso el sol de Benidorm embotellado para calentarles las ganas de venir a pasar sus fríos inviernos.
El documental tendrá una duración de 52 minutos para la versión en televisión y de 75 minutos para los festivales. La Generalitat colabora en un proyecto al que se ha sumado también como coproductora Televisión Española, con lo que su difusión está asegurada.
