Y al enésimo día, los valencianos descansaron. Tras un mes de julio tórrido y una agosto en el que las temperaturas mínimas se mantenían muy altas, las mínimas descendieron varios grados el pasado sábado y se produjo la noche más fresca del verano. Como promedio descendieron entre tres y cinco grados.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la ciudad de Valencia tuvo la noche más agradable de la temporada estival, con valores medios de entre 19,5 y 20 grados.

En Castelló vivieron entre 18,5 y 19 grados, siendo la segunda más fresca tras los 17 grados alcanzados el 31 de julio. Muy significativo fue también el descenso de 3 grados de la mínima en Alicante, que se mantenía en valores muy altos desde final de junio. Fuera de las capitales, en el interior el mercurio descendió hasta los 12 grados en la población de Utiel, entre las poblaciones de referencia, aunque en pequeñas poblaciones del interior de Castelló y Valencia se han registro mínimas de 8 y 9 grados.

La noche más fresca llegaba, obviamente, tras un 15 de agosto de tregua. Fue también el día más fresco del verano en la Comunitat Valenciana, con máximas que apenas superaron los 30 grados en la mayoría de los municipios. La temperatura más alta se registró en Orihuela, con 31,8 grados.

Las temperaturas se recuperaron durante el domingo, situándose en torno a 30 grados en toda la costa y llegando a los 32 en Xàtiva. Para esta pasada noche se esperaban mínimas en aumenta entre dos y cuatro grados, así como posibles chubasco esta tarde en el litoral. Las playas volvieron a abarrotarse, el último día del puente del 15 de agosto. Para hoy se esperan chubascos de origen tormentoso, más probables en la mitad norte, los vientos soplarán flojos de dirección variable y las temperaturas registrarán un ascenso, especialmente las nocturnas.