El Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana repartirá dípticos con recomendaciones dirigidas a familias de personas con alzheimer ya que "un buen cuidado de los pies de estos pacientes es fundamental para estabilizar su forma de caminar e incrementar su calidad de vida".

La entidad colegial advierte de la importancia de que se realicen revisiones podológicas periódicas porque "por la pérdida de capacidades cognitivas y sensitivas pueden producirse lesiones que deben tratarse a tiempo para evitar que deriven en úlceras, infecciones u otro tipo de complicaciones severas".

Así lo ha indicado en un comunicado con motivo de la celebración del Día Mundial del Alzheimer, el próximo lunes. Los dípticos serán repartidos entre las asociaciones que conforman la Federación Valenciana de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer (FEVAFA).

Las consecuencias más comunes de esta enfermedad en los pies son pérdida de elasticidad muscular, perdida de tejido graso y amortiguación en la zona anterior y en el talón, aplanamiento de la bóveda plantar, una disminución de la sensibilidad y la propiocepción en los pies y, progresivamente, un peor funcionamiento del retorno venoso y una deambulación más inestable.

Según los podólogos, "esto requiere, en muchas ocasiones, un tratamiento con soportes plantares para evitar riesgos de caída y posibles fracturas óseas".

Para cuidar adecuadamente los pies de las personas con alzheimer, aconsejan utilizar un calzado adecuado que ayude a caminar de una forma cómoda y segura; examinar el calzado antes de ponerlo por si hubiera alguna piedra o similar que pudiera provocar una lesión ya que la imposibilidad de expresar que hay una molestia o la imposibilidad de sentirlas, puede causar heridas sin que el paciente lo note; usar siempre calcetines y no permitir que vaya nunca descalzo; cortar las uñas adecuadamente.

Asimismo, recomienda no utilizar callicidas ni elementos cortantes para el tratamiento de durezas porque podrían generar quemaduras en la piel o heridas difíciles de curar; hidratar los pies a diario; protegerlos pies del frío y del calor; lavar los pies con agua templada y secarlos cuidadosamente y realizar revisiones en el podólogo periódicamente.