El sindicato ANPE calificó ayer de «nueva tomadura de pelo» la decisión de posponer la aplicación de la jornada continua en los centros educativos de la Comunitat Valenciana y, por ello, volvió a reclamar el apoyo del resto de organizaciones sindicales para exigir la regulación inmediata de la jornada escolar.

La organización argumentó en un comunicado que «muchas comunidades educativas votaron y solicitaron la jornada continua convencidas de que mejora la calidad de vida para todos, sin que tuvieran respuesta alguna por parte de la administración».

ANPE ha recogido más de 50.000 firmas que, según asegura la organización, atestiguan que esta es una demanda de la sociedad. «Hoy son más de un tercio del total los centros educativos que han solicitado esta medida», afirman. Para el sindicato, «la posibilidad de aplicar este tipo de jornada escolar se ha convertido en un auténtico misterio».

Recuerda que consiguió, «en solitario y tras mucho esfuerzo, que la anterior administración, tras veinte años de retraso con respecto al resto de España, consintiese los primeros centros piloto». El primer año fueron nueve y el segundo treinta y uno. «Pero aquí se ha quedado la cosa», reprocharon.

«Sorprendente e inexplicablemente „añadió el sindicato„, la nueva conselleria, lejos de actuar con inmediatez para poner fin a ese anacronismo educativo, da largas, imitando los absurdos argumentos de la anterior administración». Tras dos años con treinta y un centros experimentándola de forma satisfactoria, argumentan que hace falta analizar resultados.

«Desconocemos si este nuevo pretexto es un escudo ante las mismas presiones de siempre, o simplemente incapacidad para acabar con una problemática que nadie quiere, o se atreve, a resolver», agregaron los representantes sindicales.

ANPE insta al conseller de Educación, Vicent Marzà, a que, al igual que ha visitado hace unos días centros piloto que recibirán alumnado de 2 años, acuda a los centros piloto de jornada continua para «poder constatar de primera mano el altísimo grado de satisfacción de las familias, el excelente funcionamiento de esos centros, la reducción del absentismo escolar y los resultados académicos.