La Comisión Provincial de Urbanismo de Castelló, dependiente orgánicamente de la conselleria de Vivienda , Obras Públicas y Vertebración del Territorio, inició ayer la que aparentemente está llamada a ser una de las señas de identidad de la nueva Generalitat Valenciana: la recuperación como suelo no urbanizable de la parte del terreno reclasificado como consecuencia de la fiebre urbanizadora sufrida en la Comunitat Valenciana en la última década.

En paralelo, las Corts aprobaban una propuesta para que el Consell desarrolle un procedimiento para declarar la «inadecuación sobrevenida» de planes urbanísticos por «alteración manifiesta de las circunstancias socioeconómicas y de mercado inmobiliario» que evite incurrir en responsabilidad patrimonial grave, el verdadero talón de Aquiles de la reversión urbanística proyectada por PSPV-Compromís.

La Comisión Territorial de Urbanismo de Castelló, presidida por el director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, Lluis Ferrando, propuso ayer la denegación de tres PAI reclasificatorios de suelo urbanizable que afectaban a una superficie de 726.463 metros cuadrados propuestos por los ayuntamientos de Albocàsser, Borriol y Soneja.

Según fuentes de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, en Albocàsser se ha denegado la reclasificación del Sector I de Suelo Urbanizable residencial con una superficie de 183.427 metros cuadrados en los que se iban a construir 776 viviendas.

También se ha denegado la homologación en el Mas de Clara II de Borriol, que promovía la reclasificación de 107.933 metros cuadrados en el que se ubicaban 165 viviendas. Finalmente, la Comisión rechazó la reclasificación de 435.103 metros cuadrados de suelo no urbanizable destinados a suelo industrial» en Soneja.

Según las fuentes, la denegación de estos tres PAI, «que no habían obtenido el informe de evaluación ambiental estratégica» según la legislación vigente, «se enmarca dentro de la nueva política» de la Generalitat «para evitar el incremento del suelo urbanizable existente».

Lejos del «boom»

El único nexo en común entre los tres suelos, cuya reclasificación ha llegado, antes de que teóricamente generara derechos indemnizatorios es su larga y tortuosa tramitación, que en algún caso „Mas de Clara II, en Borriol„ se remonta al año 2000.

En Soneja, la realización de los primeros trámites para habilitar un nuevo suelo industrial también se remonta a la pasada década.

En 2004, el ayuntamiento de Soneja finalizaba las obras de construcción de un pozo para la captación de aguas subterráneas destinadas a abastecer al «futuro» polígono industrial «El Palancia» pendiente desde el año 2000 «de aprobación definitiva por parte de la Consellería de Medioambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda», según aseguraban en esa fecha portavoces municipales.

El más reciente y quizás el único proyecto incardinable en el «boom» inmobiliario es el PAI programado en Albocàsser, cuyo plan general de Ordenación Urbana, todavía en tramitación, se elaboró en 2011.

En los próximos días están previstas nuevas reuniones de las comisiones territoriales de urbanismo, de carácter provincial, en las que está previsto bloquear nuevos desarrollos urbanísticos.