En menos de 15 años, la Comunitat Valenciana verá como su población envejece a causa de lo que se conoce como «suicidio demográfico», o lo que es lo mismo, una tasa muy baja de natalidad.

Esta crisis demográfica puede tener efectos económicos, sociales y políticos muy negativos. De mantenerse la evolución demográfica observada en estos últimos años, en 2029, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la Comunitat Valenciana habrá un descenso de población del -4,8%, lo que se traduce en una pérdida de 239.830 personas.

El saldo vegetativo será negativo con un -28,5%, es decir, el número acumulado de nacimientos será inferior al de defunciones en los próximos 15 años.

Es por eso que si no se hiciera nada con respecto al impacto de la política pública, «estaríamos ante una población en 2029 de más de 65 años que podría ser superior al 30%», afirmó Joan Romero González, catedrático de Geografía Humana en la Universidad de Valencia y miembro del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local (IIDL). Así pues, estaríamos ante una posible gerontocracia, ya que al tener una población envejecida, los ancianos mantendría el control político.

Esta crisis demográfica conllevará un aumento en el número de pensionistas, por lo que ese impuesto público tendrá consecuencias graves. Si no hay jóvenes que trabajen, no hay dinero para los mayores. Es por eso, que para poder mantener la Comunitat, posiblemente se tendrá que alargar la edad de jubilación o se reducirán las pagas de las pensiones. Así, Romero aconsejó que: «hay que incentivar la natalidad y como dice un viejo amigo, Andersen, la mejor política de pensiones es la política orientada al fomento de la natalidad». O dicho de otra manera, si alimentas la pirámide hacía abajo, garantizas la pirámide de pensiones.

La principal solución que planteó el experto profesor para poder recuperar la natalidad es incentivar a las familias con ayudas. «Poner red de guarderías públicas, promover excedencias y medidas para flexibilizar la jornada laboral, apoyo económico para las familias, etc.», dijo Romero

Según el último observatorio de emancipación, muestra que otro colectivo que también tiene problemas en la Comunitat son los jóvenes de 25 a 35 años. Estos a causa de la crisis, necesitan emigrar a otros países para poder trabajar y aunque todavía siguen siendo valencianos, es una incógnita si volverán en algún momento. Los países más beneficiarios del talento de los jóvenes valencianos son Alemania y Londres.