El cisma abierto en el seno de Compromís a raíz del traumático pacto electoral con Podemos avanza hacia un desenlace de consecuencias imprevisibles. Las dimisiones internas de dirigentes del Bloc han puesto en un aprieto al secretario general de la formación nacionalista, Enric Morera, que trata de apaciguar el fuego para evitar más renuncias los próximos días. Una importante corriente reclama un congreso extraordinario después de las elecciones y pide su cabeza.

A estas demandas se suma otro frente: la petición de primarias abiertas al conjunto de la coalición que secundan buena parte de altos cargos, alcaldes y concejales que la integran, entre ellos Joan Ribó. La carta abierta suscrita por cinco diputados de Compromís en las Corts, tanto independientes como miembros del Bloc e Iniciativa, está despertando un enorme respaldo en el seno de los distintos partidos de la plataforma. El escrito, firmado por Fran Ferri, Marian Campello, Graciela Ferrer, Josep Nadal e Isaura Navarro, remarca el carácter ejemplar del proceso de primarias que promovió la coalición con vistas al 24M, que recabó la participación de 40.000 personas. Los diputados contemplan «con preocupación y tristeza» que el mecanismo no se repita en las generales.

«Entendemos y participamos del malestar presente en buena parte de Compromís por el retroceso que supone no celebrar una primarias conjuntas y asignar los puestos entre los partidos miembros», que tienen distintos mecanismos de elección en función de sus cuotas, apuntan. Solo el Bloc elegirá a sus candidatos mediante primarias dentro de la plataforma electoral. La carta pone el foco en los cerca de 900 independientes adheridos a la coalición a través de Gent de Compromís, cuyos miembros han quedado «excluidos» de la toma de decisiones.

Al margen de las primarias, una corriente crítica recoge apoyos para exigir una hoja de ruta que pasa, primero, por adelantar el congreso del Bloc previsto en el primer semestre de 2016 para que se celebre inmediatamente después de las elecciones generales. Con posterioridad, estas voces urgen a organizar un Congreso Fundacional de Compromís. El reto: que la coalición deje de ser una suma de siglas con grupos de presión enfrentados para evolucionar hacia un partido cohesionado. Un gran número de integrantes secundan la necesidad de un proceso que permita corregir los fallos actuales y diseñar una organización con unos objetivos y unas normas de funcionamiento bien definidas.

Se esperan más renuncias

Tras las dimisiones de Consol Castillo y Jordi Juan de sus cargos, otros miembros de la ejecutiva del Bloc amenazan con presentar su renuncia de la ejecutiva si no observan un gesto por parte de Enric Morera. Juan asegura que los críticos son mayoritarios en un órgano que, a su juicio, ha perdido su razón de ser. «El ambiente es de tristeza y de decepción. No puede ser que las decisiones importantes se tomen en un despacho y pasando por alto a la militancia», afirma. Junto a éste, el histórico dirigente Quico Fernández y diversos miembros del Bloc presentes en la ejecutiva de Compromís piden la dimisión del secretario general. Entre ellos hay varios diputados y el eurodiputado Jordi Sebastià, que piensa lanzar un manifiesto para recabar adhesiones favorables a un congreso que considera que «ha de acabar con la polémica» y el alto nivel de malestar generado. «No se está escuchando a las bases», lamenta. Fernández tilda el pacto de «impresentable» porque «no respeta la voluntad de la mayoría de Compromís» e «impone la voluntad de una minoría».