Una reivindicación del equilibrio y la armonía con la naturaleza, además de un modelo democrático basado en el consenso y no en el sometimiento de las minorías. Estos son dos de los pilares fundamentales del discurso que ayer realizó David Choquehuanca, ministro de Asuntos Exteriores de Bolivia, en el Ateneo Mercantil de Valencia.

La pobreza, la corrupción y las diferentes crisis actuales (energética, alimentaria, financiera y medioambiental) son «consecuencia del modelo de desarrollo de vivir mejor», afirmó el ministro y lo explicó con un ejemplo: cuando a alguien se le pregunta sobre una persona enferma, se suele decir «está mejor, pero no está bien».

Así pues, en su conferencia «A vivir bien», Choquehuanca recordó que todos «nos alimentamos de la leche de la Madre Tierra, que es el agua» y explicó que los seres humanos «somos parte de un todo», junto a las plantas y los animales.

Afirmó que el modelo actual «está en cuestión», que es un «problema global» y que esta es «la última oportunidad para salvar la tierra», y puso como muestra de ello la gran cita internacional que se prepara en París para abordar el cambio climático.

«En Bolivia hemos logrado vivir bien, alcanzar la felicidad», apuntó. En cuanto a la situación actual que se vive allí, el político la calificó de «revolución democrática y cultural». Afirmó que el gobierno, de Evo Morales, pretende ir más allá en la democracia, para que esta no se base en «el sometimiento de las minorías» a las imposiciones de las mayorías.

Por ello, Choquehuanca propuso recuperar el consenso, «una palabra perdida». «Es tiempo de trabajar la unidad, no la división. No hay que permitir que se trabaje la división», afirmó tajante el canciller boliviano. Sobre el origen de los actuales gobernantes señaló que «los que venimos del campo asumimos la responsabilidad de la gestión pública».

Contra el saqueo de recursos

Bolivia lleva a cabo «un proceso de recuperación de recursos naturales, valores y saberes que permitan trabajar la unidad, la esperanza, la armonía y la hermandad», expuso. Además también recordó la lucha del pueblo indígena contra la privatización del agua -que ahora es un derecho humano reconocido en la Constitución-, por lo que criticó las empresas multinacionales y su «saqueo sistemático de recursos naturales». Asimismo apostó por la soberanía alimentaria.

Al acto asistieron la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, representantes de varios partidos políticos, miembros de sindicatos, diplomáticos de consulados y embajadas, la Asociación Guaraní, la federación de Agrupaciones Islámicas y, varias ONG valencianas, además de público en general.