Representantes institucionales de las autonomías que reclaman la línea férrea denominada corredor Cantábrico-Mediterráneo participarán mañana en una gran manifestación en Teruel para reivindicar esta infraestructura que afecta a una tercera parte de la población española.

Organizaciones sindicales, empresariales y vecinales, aragonesas y valencianas especialmente, han hecho un llamamiento a asistir a esta manifestación, que reclama la puesta en marcha del corredor que debe comunicar el puerto de Valencia con las industrias del Cantábrico, pasando por Teruel.

Ya han confirmado su asistencia los alcaldes de Zaragoza, Pedro Santisteve (Zec), Teruel, Manuel Blasco (PP), y Sagunto (Valencia), Quico Fernández (Compromís), así como representantes de ayuntamientos como Valencia, Pamplona o de los Gobiernos de Aragón, La Rioja y la Generalitat Valenciana.

Se trata de un "eje vertebrador", ha explicado a Efe el portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril en Teruel, Pablo Justo, una de las organizaciones que convocan la movilización junto a la plataforma Teruel Existe y la Federación de vecinos.

Porque aunque la convocatoria se lidera desde Teruel y Valencia, no se trata de una reivindicación local, ha insistido, ya que "tiene una importancia estratégica para el desarrollo de todo el país".

El corredor que uniría el Cantábrico con el Mediterráneo discurre a lo largo de cinco comunidades autónomas: País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y la Comunitat Valenciana, y une los puertos de Bilbao y Valencia.

Las comunidades autónomas por las que discurre el corredor suman un PIB de 223.700 millones de euros, lo que supone el 21,9% del PIB de España.

Si a esta cifra se le añade el área de influencia estaremos ante el 38,8% de la superficie española, el 33,4% de la población y el 34,4% del PIB.

Teruel y Valencia están a la cabeza de la reivindicación porque, de los tramos del corredor, el que une ambas provincias es el que actualmente está en peores condiciones, con una línea férrea del siglo pasado.

Estas deficiencias provocan problemas como el que esta misma semana dejaba varados en la estación de Teruel cuatro vagones de un tren de mercancías porque superaban el tonelaje que es capaz de soportar la línea desde Teruel a Valencia.

Incidentes como este se suman a las averías de trenes antiguos, una mala política de horarios y precios excesivamente alto, denuncian desde la plataforma, lo que no hace más que desincentivar el tráfico en la línea, tanto de viajeros como de mercancías, que no ha hecho más que descender en los últimos años.

Y es que el deterioro de la línea ha sido progresivo desde mediados de los años ochenta, e incluso estuvo a punto de cerrarse a finales del siglo XX cuando se producían descarrilamientos contínuos.

A principios de siglo se acometieron obras de mejora entre Teruel y Zaragoza pero falta todavía la electrificación, y entre Teruel y Valencia un trazado nuevo que permitiera convertir la vía en una línea férrea con las prestaciones que se requieren actualmente.

Justo teme que los anuncios de inversión, a puertas de unas elecciones generales, se hagan con fines electoralistas como el que ha hecho esta misma semana Adif, de que invertirá 5.558.685 euros en las obras de instalación del sistema tren-tierra en la línea Zaragoza-Teruel, para un tramo de 182 kilómetros.

Por todo ello, tanto las organizaciones empresariales y cámaras de comercio de Aragón y la Comunitat Valenciana, junto con la Autoridad Portuaria de Valencia, firmaron esta misma semana una declaración a favor de la modernización y el incremento de la capacidad de la línea ferroviaria Sagunto-Teruel-Zaragoza.

Se han sumado así a la movilización de mañana en defensa de esta infraestructura