Unos 300 musulmanes varones, incluidos algunos niños, se concentraron ayer a las puertas del centro islámico de Torrent para expresar su «condena y rechazo» a «cualquier forma de terrorismo, sea de la forma que sea», especialmente el que hace una semana sufrió el pueblo francés y el que «desde hace años» llevan padeciendo numerosos países árabes.

Tras acabar el rezo de los viernes, que reúne a un mayor número de fieles en esta mezquita, el presidente Ismail Alibouch El Jabbari, tomó el micrófono para pedir a todos que guardaran un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo internacional. Pequeñas pancartas como «Yo soy París», «Yo soy Madrid», «Yo soy Palestina» o «No en mi nombre» fueron exhibidas por adultos y niños en este gesto de reconocimiento a los fallecidos.

Una patrulla motorizada de la Policía Local había cortado el tráfico de la calle previamente, con la supervisión del edil de Seguridad, Juan Antonio Castillejo, que se sumó al acto porque «es importante que los vecinos vean que la mezquita se solidariza con Francia y rechaza la violencia».

El socio Juan Medina leyó un manifiesto en el que se condena de forma rotunda la violencia en forma de atentados y se muestra la solidaridad con París, aunque también se recuerdan los 32.000 muertos por terrorismo en Siria, Líbano, turquía, Marruecos, Argelia, palestina, Irak, Somalia, Libia, Túnez, Paquistán o Afganistán. «Pronunciamos nuestras más profundas condolencias al pueblo francés, estando a su lado en su lucha contra el terrorismo sangriento», dijo, para añadir que «los actos terroristas que han sufrido, los llevan sufriendo los musulmanes durante años».

Sin fe en la ONU

Los representantes del centro islámico de Torrent incidieron en que diversos países musulmanes «sufren a diario actos terroristas sin que encuentren apoyo ni solidaridad ni ayuda, llegando a entender que la vida de los musulmanes no tiene valor y que el resto de pueblos no quier ayudarles, perdiendo la fe en las Naciones Unidas y los países occidentales».

En el manifiesto se afirmó también que «todos los actos terroristas que están sucediendo en el mundo van en contra de todas las religiones y convenciones internacionales» por lo que se llamó a «una mayor solidaridad internacional con los pueblos que sufren» para los que se pidió «justicia, libertad y una vida digna».

Trabajar en la cooperación

Los musulmanes hicieron también una llamada de atención a los medios de comunicación «en estas circunstancias difíciles» apuesten por «la cohesión social europea ante estos actos terroristas, reforzando la concordia y el tejido social europeo multirreligioso y multicultural, para la paz social y la convivencia pacífica».La lectura del manifiesto concluyó con una llamada a «trabajar de forma implacable en la cooperación internacional para la aplicación de los tratados y convenios de igualdad y justicia entre los pueblos, y la erradicación del terrorismo».

Tras el acto, el dirigente del centro Salem Ouzaa opinó que «los terroristas están totalmente fuera del islam, porque el islam prohíbe totalmente matar, no se puede matar ni a una mosca». Por ello, deseó que «no sigan utilizando el nombre de dios porque nadie tiene derecho a quitar la vida a otro ser humano».