Todos los expositores de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) adjudicados por la Agència Valenciana de Turisme (AVT) entre 2000 y 2004 se adjudicaron a dedo, antes de que la empresa Orange Market apareciera en escena. En 2005 se convocó por primera vez un concurso (con el diseño y montaje unificado), que ganó la empresa de la trama Gürtel, porque jugó, presuntamente, con las cartas marcadas ya que disponía de los pliegos del concurso antes de que éste se convocara.

En todos los casos, desde 2000 hasta 2005 «se incumplió la ley de contratos», según admitió ayer Isabel Villalonga, subsecretaria de la Conselleria de Turismo de septiembre de 2004 a septiembre de 2005, en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

En el juicio que se celebra por el presunto trato de favor a las empresas de la trama, que ganó todos los concursos de Fitur desde 2005 hasta 2009, no se incluyen las anteriores adjudicaciones a dedo. A pesarde que, ayer, Villalonga admitió esta ilegalidad: «La adjudicación de los años anteriores era ilegal, porque se adjudicaban directamente cuando el diseño y montaje [de los expositores] debían ir a concurso».

La declaración de la ex subsecretaria, en calidad de testigo, era esperada porque cuatro imputados en la causa y una testigo derivaron en Isabel Villalonga el control de la legalidad de todos los contratos, facturas y pagos de la Conselleria de Turismo durante el año que estuvo en este departamento.

Villalonga admitió que en «en el primer pliego de Fitur no se cumplió la ley de contratos porque no daba tiempo. En octubre o noviembre Isaac Vidal me dice que hay que sacar el concurso de Fitur para que esté en enero y es entonces cuando me pongo muy nerviosa». También asumió como propia la decisión del cambio de criterios aprobado en 2005 para adjudicar el contrato del estand de Fitur -en el que se relegó del 50% al 15% el criterio económico y se favoreció el diseño, un concepto mucho más subjetivo-. Pero respecto al pago de imprevistos, facturas duplicadas o modificaciones que beneficiaron, presuntamente, a Orange Market, los derivó a sus inmediatos inferiores (e imputados en la causa, Juan Bover, Isaac Vidal o Jorge Guarro).

«Solo di el visto bueno»

«No di ninguna instrucción, sólo el visto bueno. Me dejo guiar porque los técnicos que han hecho esos pliegos me dicen que son correctos y, si están de acuerdo a la ley, adelante». Sobre las facturas pagadas por duplicado a la trama Gürtel (39.279,41 euros de 2005 a 2007), Villalonga también se escudó en sus inmediatos inferiores. «Las facturas me llegaban conformadas con visado. Sin él no las hubiera pagado », defendió.