Pacto a la vieja usanza. Partido Popular y Partido Socialista fueron ayer de la mano para aprobar -con el voto en contra de Ciudadanos y del resto de la oposición- el aumento de la asignación presupuestaria para los grupos políticos con representación en la Diputación. En cifras, la institución gastará el próximo año 518.000 euros para financiar a los cinco partidos políticos, frente a los 108.000 euros que contemplaba el presupuesto de este año 2015, aprobado por la anterior corporación de Luisa Pastor. Más aún, porque el mismo equipo de gobierno, presidido por César Sánchez, llevó al pleno del pasado 30 de julio, una asignación de 124.000 euros para el conjunto de los grupos políticos, que fue aprobada al inicio de la legislatura. Ayer, justo cinco meses después de aquella votación, ese gasto se vio multiplicado por cuatro.

Ese pacto, negociado en Valencia, repercutirá doblemente en el PSOE, ya que el grupo que lidera José Chulvi además de ver aumentar su financiación en la Diputación también contará con tres asesores más a partir de 2016. El pacto busca que el reparto de privilegios se ajuste proporcionalmente al reparto surgido de las urnas. Por ejemplo, que el PSOE, con once diputados, disfrute de más personal de confianza, ya que en la actualidad dispone de los mismos asesores que Ciudadanos, socio de gobierno del PP, con un diputado y con dos miembros a sueldo público. En este reparto, Compromís también saca tajada, con un asesor más.

Por su parte, los salarios sufrieron una leve bajada (10% del presidentey 3% de los diputados), alejada de la propuesta de Compromís y de la exigida por Ciudadanos al PP para que ningún miembro de la Diputación cobrara más que el jefe del Consell.

En el debate del punto referido a los privilegios de los grupos y del sueldo de los diputados, el cruce de palabras superó el tono habitual. La portavoz de EU, Raquel Pérez, tildó de «insultante» el salario de los miembros de la Diputación, que ayer sufrió una leve bajada (10% del presidente, 5% de los vicepresidentes y 3% de los diputados y asesores), alejada de la propuesta de Compromís y de la exigida por Ciudadanos al PP, que en octubre defendía que ningún miembro de la Diputación podía cobrar más que el jefe del Consell.

Con el acuerdo alcanzado ayer, el presidente, César Sánchez, y sus cinco vicepresidentes superarán los 68.000 euros del presidente Ximo Puig.