Una alerta de fallo en los frenos de un avión que tenía que enlazar Valencia con Ibiza obligó anteayer al piloto a dar media vuelta cuando ya estaba en la pista dispuesto a despegar y a pedir después a los pasajeros que bajasen, puesto que los mecánicos no pudieron solventar la incidencia. Los 73 pasajeros afectados fueron recolocados en otra aeronave y llegaron a la isla a medianoche, unas dos horas más tarde de lo previsto. Algunos reclamaron al personal de tierra de Iberia Air Nostrum, que operaba el vuelo, que les facilitase comida y bebida durante la espera, pero les contestaron que no lo hacían debido a que el retraso previsto no superaría las dos horas, como así fue finalmente. Mientras estaban en la terminal, tuvieron que recurrir a las máquinas de «vending» ya que los bares estaban cerrados. Un responsable de la compañía explicó ayer que se trató de un incidente «menor» fruto de la aplicación del «protocolo de seguridad».