Estrechar relaciones y crear redes de colaboración es la idea en la que coincidieron ayer los alcaldes de las cuatro ciudades más pobladas de la C. Valenciana. La Real Sociedad Económica de Amigos del País Valencià reunió ayer a Joan Ribó, alcalde de Valencia; Amparo Marco, alcaldesa de Castelló; Gabriel Echávarri, primer edil de Alicante; y Carlos González, alcalde de Elx, con el objetivo de debatir sobre gestión económica municipal en las grandes ciudades.

Los cuatro políticos reivindicaron la necesidad de escuchar y aprender de los éxitos y fracasos de proyectos que sus homólogos llevan a cabo. Además, también mostraron su intención de trabajar en red y crear mecanismos de colaboración.

Joan Ribó centró su discurso en el modelo de economía sostenible que su gobierno está implantando. La protección de l'Horta de Valencia —con medidas que favorezcan que los agricultores puedan comercializar directamente—, impulsar el comercio de proximidad para que los barrios no sean «ciudades dormitorios, además de la innovación y el conocimiento —a través de las universidades públicas y los centros de investigación— son algunas medidas por las que apuesta el alcalde de Valencia, según contó ayer en el Conservatorio Profesional de Música de Valencia, donde se realizó el coloquio.

Además, el primer edil del cap i casal también se ha propuesto rehabilitar los edificios antiguos de la ciudad en lugar de construir, y convertir Valencia en «la Viena del Mediterráneo» por su vertiente musical. Asimismo, recordó la necesidad de tener un medio de comunicación propio, por lo que espera que Canal 9 «se ponga en marcha rápidamente».

Ayuntamientos útiles y amables

Por su parte, Gabriel Echávarri se lamentó de la actual situación de Alicante. «No somos primeros en nada; dejamos de trabajar y hay gente que nos ha superado muchísimo», apuntó, a lo que culpaba a los anteriores gobiernos locales. «El ayuntamiento como institución había dejado de ser útil» y afirmó que durante los últimos años solo creaba problemas a los ciudadanos.

Para revertir esto, el actual consistorio se ha propuesto aprovechar el enclave geográfico de Alicante y las infraestructuras con las que cuenta (AVE, aeropuerto y puerto) para atraer empresas líderes, además de apoyarse con la Universidad de Alicante y conseguir ser un destino de turismo de congresos.

La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, defendió que el ayuntamiento «deben convertirse en un aliado en época de crisis» y ser «más justo, equitativo, amable, moderno, riguroso y serio», cualidades que no tenía en la época de Alberto Fabra, aseguró Marco.

Por eso, el ejecutivo local que encabeza apuesta por hacer más amable la administración al ciudadano simplificando trámites, reduciendo el papeleo, y unificando instalaciones públicas en los mismos edificios; además de no subir impuestos y ofrecer la posibilidad de fraccionar el pago de las tasas. Amparo Marco quiso «reivindicar la política como herramienta de transformación de la sociedad valenciana, compuesta por héroes que cada día se levantan para trabajar», remarcó.

El alcalde de Elx, reivindicó una visión del territorio «más allá de la visión clásica provincial y centralista de los últimos años». Se lamentó de que su ciudad es «un tanto desconocida» pese al tamaño y la cantidad de población. «Las políticas sociales en el corazón del gobierno y las políticas económicas en la columna vertebral», así definió Carlos González su labor, dándole importancia a la industria ya asentada en Elche —como el calzado—, la construcción sostenible y trabajar por un turismo de calidad (deportivo, cultural, de congreso...).

La Real Sociedad Económica de Amigos del País Valencià cumple 240 años. Su presidente, Vicent Cebolla, recordó ayer la labor de la institución, surgida en la Ilustración, de fomentar el conocimiento, el arte, la cultura, la innovación y el respeto a las ideas democráticas.