El Consell ha decidido desempolvar siete años después el plan Confianza contra la crisis que el expresidente Francisco Camps anunció en febrero de 2009 y que nunca llegó a concluir. La petición que han trasladado al Gobierno del PSPV y Compromís numerosos alcaldes, que se han encontrado al acceder al cargo con obras pendientes, ha resultado decisiva. Un total de 136 municipios valencianos mantienen actuaciones que bien quedaron paralizadas por impagos o sencillamente nunca llegaron a ponerse en marcha.

El plan nació como la gran apuesta del entonces Consell del PP contra la recesión y para contrarrestar el efecto del denominado plan Zapatero, que entre 2009 y 2011 buscó impulsar la obra pública como antídoto a una crisis económica ya desbocada y antes de que llegara al poder el PP de Mariano Rajoy e instaurara las políticas de austeridad que han imperado en España estos años.

El plan Confianza regó de infraestructuras públicas la Comunitat Valenciana, pero al segundo años de vigencia y con la crisis económica desbocada llegaron los impagos y la paralización de obras.

Ahora, las obras que se retomarán ascienden a 348 millones de euros, que permitirán concluir 287 proyectos. Ciudades como Valencia, Gandia o Paterna figuran entre las que más proyectos pendientes de acabar tienen. En la provincia de Valencia quedan obras por valor de 192 millones que no se han ejecutado, 140 en Alicante y otros 16 en Castelló.

El grupo socialista en las Corts acaba de presentar una proposición de ley en la que pide al Consell ampliar a los próximos dos años la finalización de las obras para que los ayuntamientos puedan acogerse a los créditos del plan que siguen comprometidos, para lo que será necesario aprobar una modificación de la ley de acompañamiento a los presupuestos del Consell.

Prórroga para redefinir proyectos

La proposición la ha elaborado el diputado autonómico y secretario provincial del PSPV de Alicante, David Cerdán, que considera «de justicia» que aquellos municipios que no pudieron acabar las obras «en muchos casos por los impagos y la mala gestión del PP puedan ahora finalizar las actuaciones», señala. Muchos alcaldes habían solicitado la prórroga para adecuar proyectos a las necesidades actuales y adjudicarlos de nuevo.

El Consell del PP presentó en los años de Camps hasta tres planes especiales, destinados al impulso de los sectores productivos, el empleo y la inversión en los municipios y llegaron a aprobarse créditos extraordinarios para atender su financiación. En concreto, el mejor dotado de todos ellos era el de apoyo a la inversión productiva en municipios de la Comunitat Valenciana, dotado con 1.020 millones de euros. Los otros dos, el plan especial de apoyo a los sectores productivos, con una financiación de 335 millones, y el de apoyo al empleo, dotado con 360,8 millones de euros, también llegaron a ponerse en marcha.

Pero fue en el primero de ellos, en el plan estrella, donde se produjeron los mayores retrasos. Así, siete años después de su presentación muchos de los proyectos aún no han finalizado e incluso un buen número de ellos ni están adjudicados o no cuentan con el convenio entre el ayuntamiento y la Generalitat para su ejecución.

El primer plan fijaba que el 31 de diciembre de 2011 estarían acabados todas las actuaciones, pero ante los retrasos, el Consell dispuso un nuevo plazo para la finalización y amplió el plazo de ejecución de las obras hasta el 31 de diciembre de 2016.

No obstante, y por diversas razones son muchos los municipios que han hecho llegar al Consell que consideran complicado cumplir con el plazo ampliado que acaba este año por lo que reclaman una nueva ampliación para su realización. Por ello, el grupo socialista, que junto a Compromís y Podemos sustentan al Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra, ha planteado en las Corts una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2017. Una ampliación del plazo que afecta tanto al plan especial de apoyo a la inversión productiva como al señalado para la acreditación de la finalización de las obras que se hayan puesto en marcha durante estos años.