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Entrevista

Jorge Cardona: "Hoy podemos decir que la pobreza tiene cara de niño"

Jorge Cardona trabaja para que el Pacto por la Infancia esté antes de verano mientras analiza la situación de los menores

Jorge Cardona: "Hoy podemos decir que la pobreza tiene cara de niño"

Asegura que «nadie quiere hacerle daño a los niños». Sin embargo, se han adoptado medidas durante la crisis económicas que han tenido consecuencias demoledoras para la infancia. Afirma que es imprescindible un Pacto por la Infancia, en el que Unicef y la Administración ya están trabajando junto a expertos y otras ONG. Tras ser nombrado nuevo presidente de Unicef del comité de la Comunitat Valenciana analiza en Levante-EMV la situación de la infancia y el trabajo que realiza la entidad a la que representa. Y puntualiza: en los países ricos Unicef no trabaja con niños. Trabaja en programas para formar a aquellos que sí trabajan con menores porque la responsabilidad es de la Administración. En aquellos países donde el Estado no llega, ahí sí, el trabajo de la entidad es muy diferente.

¿Cuál es su prioridad como máximo responsable de Unicef?

Bueno, las prioridades son muchas. Una es la de incidencia política, sensibilización, formación... Ahí tenemos grandes prioridades, entre las que destaca el Pacto por la Infancia. Estamos elaborando, con mesas de trabajo, el contenido de un verdadero pacto en el que se marquen objetivos, metas concretas, indicadores para medirlos y presupuestos para garantizarlos. Como el pacto de Toledo para la tercera edad. En 1994, el 36 % de las personas mayores se encontraban en riesgo de exclusión. Del año 94 al 2007, se bajó al 19 % gracias a un pacto que garantizó unos ingresos, unos servicios... Si vemos la infancia, en 1994, el 20 % de los niños estaban en situación de riesgo o exclusión. Del 2007 al 2016 la cifra pasó al 36,4 %. Eso significa que la crisis ha incidido en la infancia y hoy podemos decir que la pobreza tiene cara de niño. Y en la Comunitat Valenciana aún estamos por encima de la media. Hay 358.907 niños en situación de riesgo de pobreza o exclusión, y de ellos y 14 % está en riesgo de pobreza severa.

¿Y por qué ha ocurrido?

Se han adoptado medidas sin saber cuáles iban a ser las consecuencias y se ha perjudicado a los menores. Por eso reclamamos un Pacto por la Infancia. No se trata de luchar solo contra la pobreza. Se trata también de la educación, de la salud, de la participación de los niños... Es importante un mecanismo que se respeta gobierne quien gobierne. También me gustaría destacar el proyecto de Ciudades amigas de la infancia.

¿Qué es una ciudad amiga de la Infancia?

Una ciudad amiga de la infancia es la que asume un compromiso, tiene un consejo municipal de infancia „donde hay participación de los niños en las decisiones municipales que les afectan„, tiene un plan de infancia, que lleva partidas presupuestarias... De momento tenemos cuatro (Torrent, Mislata, Alzira y Quart de Poblet).

Usted ha afirmado que en España el medio ambiente está más protegido que los niños... ¿lo sigue pensando?

(Risas) Pues ya no, pero por algo que ocurrió en agosto, aunque aún no se ha implementado: los estudios de impacto. Cualquier proyecto o legislación que se realiza en España precisa de un estudio de impacto ambiental. Y también de género, pero no de infancia. Por ejemplo, la primera medida que adoptó Cristóbal Montoro como ministro parecía hasta razonable: nadie que tenga una deuda con Hacienda puede recibir una ayuda pública. ¿Las consecuencias? Las ayudas para libros, para comedor, para el colegio... no las recibe el niño, las recibe el padre. El padre que se encontraba en situación de crisis y no podía pagar sus impuestos pasaba a tener una deuda con Hacienda, y no solo no podía pagar sus tributos sino que sus hijos también perdían la beca de comedor, la beca de transporte, la beca para libros... Por eso decía que el medio ambiente está más protegido que los niños. Ahora ya es obligatorio el informe de impacto en la infancia, tanto en el ámbito estatal como autonómico.

Ya es obligatorio pero ¿se está realizando?

Lo cierto es que aún no, pero el otro día tuvimos una reunión con la vicepresidencia porque nos pedían que les ayudáramos en la formación de los técnicos que tienen que elaborar los proyectos de ley para que sepan hacer un estudio de impacto en la infancia, porque uno no nace sabiendo. Unicef ha elaborado un manual.

En 2014, Unicef presentó su informe, con datos y sugerencias... Dos años después ¿cuál es la situación?

En algunos ámbitos ha mejorado y en otros ha empeorado. En dos años, si nos preguntamos por la situación de riesgo de pobreza o exclusión pues ha aumentado. Si estábamos en el 30 % hoy estamos en el 36,4 %. Ya tenemos más de uno de cada tres niños.

Si un niño comete un delito, pero es menor de 14 años no hay consecuencias...

Efectivamente, carece de responsabilidad penal. Antes de los 14 años se pueden adoptar multitud de medidas, que no son penales, pero sí educativas o sociales. La política de mano dura se ha revelado un fracaso en todos los países donde se ha adoptado, sin excepción. Aquí tenemos a niños encerrados por robos, por barrabasadas y, aunque se ha mejorado mucho, están haciendo un máster de delincuencia. Hay casos que nos remueven las entrañas, a todos, como el de Marta del Castillo, pero no podemos legislar en función de casos concretos.

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