Ciudadanos avanzó ayer su rechazo a la reforma «descafeinada» de la ley electoral que han propuesto de manera conjunta PSPV, Compromís y Podemos. El plan de trabajo de la izquierda plantea reformar la ley electoral sin tocar el Estatut de Autonomia, lo que impide una reforma más en profundidad. Por lo pronto, no podría abordarse la cuestión del aforamiento ni el reparto de escaños por circunscripción regulado en los artículos 23 y 24. El texto presentado a las Corts plantea dejar a un lado estas cuestiones e incorporarlas a la nueva ley cuando se aborde la reforma estatutaria.

Este plan de trabajo más pragmático (la reforma estatutaria es mucho más lenta y está pendiente todavía de aprobar por el Congreso la que blinda las inversiones del Estado) ha enfadado a C's, compañero necesario para que al tripartito le salgan los votos suficientes. La reforma de la ley electoral, que sobre todo busca bajar del 5 al 3% el listón electoral, necesita una mayoría de dos tercios para ser aprobada.

Ayer el diputado de C's Toni Subiela avanzó el no de su partido porque aspira a una reforma «mucho más profunda que nos acerque al principio de 'una persona, un voto' y que avance en la democracia realmente representativa», algo que requiere, dijo, la reforma estatutaria.

Subiela propone trabajar en tres bloques temáticos, empezando por la reforma electoral y siguiendo por el estatuto del presidente y las instituciones estatutarias. El documento de la izquierda incluye varios puntos que debatir, entre ellos el número de circunscripciones, las listas electorales y las primarias. El PP plantea, sin especificar, trabajar con bloques temáticos.