El director general del Cambio Climático y Calidad Ambiental, Joan Piquer, aseguró ayer que el sistema actual de recogía de envases tiene «mucho margen de mejora» y recordó que la propuesta de la Generalitat de poner en marcha un sistema propio de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) complementario del vigente, persigue incrementar el reciclado de alta calidad y evitar que estos residuos sigan llegando a los vertederos.

Según explicó Piquer, de las 98.000 toneladas de estos envases (plástico, bricks, latas) que van a plantas de reciclado final cada año en la Comunitat valenciana, el 56% no son materiales aprovechables, sino «rechazos» que se entierran en vertederos por su baja calidad.

Técnicos de la conselleria y de la dirección general de Cambio Climático y Calidad Ambiental se reunieron ayer con representantes de las empresas especializadas en el reciclado de los materiales con los que se fabrican los envases, que actúan en la Comunitat Valenciana. «Son „según recordó„el último eslabón en la cadena de tratamiento de estos materiales residuales, ya sean de plástico o de vidrio».

En la reunión se trasladó al sector que el SDDR «pretende reducir el número de envases que se abandonan por doquier o van a vertederos, así como incrementar el reciclado de alta calidad, tal y como especifica la legislación nacional vigente».

«Ante su preocupación por la posible pérdida de envases que puedan acusar sus instalaciones, „explicaron fuentes de la conselleria„ se les ha expuesto que mejorará la calidad y la calidad de los materiales que recibirán, particularmente por lo que respecta a plástico, bricks y latas. Son los envases que el consumidor lleva al contenedor amarillo o bien mezcla en el contenedor general. Asimismo, el acceso de estos recicladores finales a los materiales, será, al igual que hasta ahora, por subasta».

La conselleria sostiene que la implantación del SDDR «incrementará la calidad de estos residuos para ser reciclados con alta calidad, disminuirá su abandono en el territorio e incrementará su reutilización, pero también supondrá un aumento de trabajo para los recicladores finales».