El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, fue ovacionado ayer a su entrada en la catedral de Valencia por los cientos de familias que llenaban el templo en el Jubileo de las Familias convocado por el purpurado, según informó el arzobispado a última hora de ayer. El simbólico respaldo tiene lugar la semana de las polémicas declaraciones del prelado contra el «imperio gay» y el «feminismo radical», y un día después de que el papa lo recibiera en audiencia.

El cardenal acudió a la puerta de la Seo, donde recibió a las familias. Nada más ver al arzobispo, prorrumpieron en un aplauso, según el arzobispado. Posteriormente, y según puede verse en un vídeo del arzobispado, el presidente de la comisión diocesana de Familia y Vida, Juan Andrés Talens, en el saludo inicial de la celebración, agradeció a Cañizares: «Aquí estamos contentos de estar con nuestro pastor. Estamos realmente entusiasmados con la obra que está haciendo a favor de la familia, defendiéndola a pesar de las críticas y la persecución que tantas veces tiene que afrontar con su vida». Los fieles respondieron con otro aplauso al cardenal.

En su homilía, el cardenal de Utiel urgió a «defender la familia basada en el matrimonio único e indisoluble» y afirmó que «no ayudar a la familia es una actitud irresponsable y suicida». Al final de la misa, un padre de familia con once hijos tomó la palabra y, dirigiéndose al cardenal, le dijo: «No se arredre ante quienes le atacan». Cañizares respondió con un agradecimiento y una arenga final: «Ánimo y adelante que, aunque quieran, no podrán derribar a la familia». Ahí se produjo la tercera ovación.

Lambda, el colectivo de gays, había reclamado a los católicos de base a que se desmarcasen de las palabras del prelado. Ayer ocurrió todo lo contrario en la Seo.