«¿Sabes eso de 'Houston, tenemos un problema'? Pues en uncentro de control igual». Así de gráfico es Luis Miguel Armendáriz para explicar en qué consiste su trabajo dentro del proyecto europeo Galileo que a las 10.48 horas de hoy lanza al espacio dos satélites, cuyo objetivo es integrarse en una constelación para crear un sistema de navegación por satélite (GNNS) diferente al conocido GPS, que es estadounidense y militar.

Este informático de Valencia, de 38 años, trabaja para la Agencia GSA desde hace año y medio y forma parte de este proyecto «muy complejo» en el que participan decenas de empresas junto a la Agencia Espacial Europea. Su labor es velar por la seguridad de los sistemas informáticos de los dos satélites, el 13 y el 14, que se lanzan al espacio de un total de 30 para que en 2020, según las previsiones, la Unión Europea disponga de su propio GNNS civil. Armendáriz, que estudió informática en la Universitat Politècnica, vive a unos kilómetros de París, pero estos días trabaja cerca de Frankfurt en el centro de control del lanzamiento, en la Guayana Francesa.

¿Pero todo este proyecto tecnológico en qué va a repercutir en la vida de los ciudadanos? «Para el usuario, el móvil localizará más deprisa y con una precisión mayor», apunta el informático, que añade que los sistema GPS y Galileo serán compatibles en los dispositivos.

Europa, además, «ganará independencia del sistema americano», lo que es importante ya que ambulancias, aviones, barcos y grandes transacciones bancarias que necesitan exactitud horaria, por ejemplo, usan GPS y «cada vez hay más cosas que dependen de este sistema», apunta.

Según explica Luis Miguel, «la parte más delicada de la operación es el lanzamiento». La primera fase dura alrededor de cuatro horas, en las que el cohete -en este caso un Suyuz- va desprendiéndose de varias piezas para que los satélites después se puedan soltar.

La segunda fase se inicia una vez ya están en órbita, aunque es una diferente a la definitiva. Durante varias semanas o meses se les realizarán una serie de pruebas para comprobar su correcto funcionamiento y entonces pasarán a sumarse al resto ya en marcha. La Agencia Espacial Europea espera que esto ocurra a finales de año.

Luis Miguel Armendáriz afirma que, pese a ser funcionario en España, se planteó trabajar en el extranjero. Después de varios exámenes y pruebas, entró en una bolsa de empleo en Europa y después recaló en GSA. Es lo que se denomina agente europeo, similar al funcionario español, «pero sin contrato indefinido».