La Confederación Hidrográfica de Júcar afronta el inicio del verano meteorológico y los primeros desembalses para el regadío valenciano con 1.338,2 hectómetros cubicos de agua almacenados en los embalses, un 14,9% menos que el pasado año en la misma fecha, cuando ya se produjo ya un descenso significativo de las reservas próximo del 19,2% respecto al 2014.

A la situación actual se ha llegado tras un año relativamente seco en la Cuenca Hidrográfica del Júcar, donde se llevan acumulados en el año hidrológico „desde el 1 de octubre de 2015„ algo más de 254 litros por metro cuadrado de lluvia frente a los 323 litros en el mismo periodo del año anterior.

El déficit pluviométrico continúa creciendo, según confirmaba ayer el balance meteorológico del mes de mayo difundido por la Agencia Estatal de Meteorología . Según el citado informe, la precipitación media en el mes en el ámbito de la Comunitat Valenciana, sin incluir los territorios de Castilla-La Mancha y Aragón que forman parte de la cuenca del Júcar, fue de , 40 l/m2, un 16% inferior al promedio climático del periodo 1981-2010 (47,3 l/m2). Estadísticamente estos datos califican al mes como «pluviométricamente normal».

«Es el tercer mes consecutivo con un carácter pluviométrico próximo al promedio climático normal, (aunque ligeramente por debajo de la media), pero los acumulados de la primavera son insuficientes para reducir el déficit acumulado durante el invierno y la segunda mitad del otoño», según la Aemet. El déficit acumulado desde el 1 de octubre y hasta el 31 de mayo en el promedio del territorio es del 38%.

Pese a estos condicionantes y al descenso del volumen de agua embalsada, la Confederación Hidrográfica del Júcar espera poder satisfacer sin problemas todas las demandas de riego y solo la zona regable del embalses de Forata, en el río Magro, presenta algunos problemas que podrían ser paliados en parte por los pozos que se están perforando en la zona.

En el conjunto de la cuenca, la CHJ ha pedido «prudencia» a los regantes, que aspiran a terminar la campaña de riegos con un volumen de agua suficiente para garantizar en lo posible la campaña del próximo año. Por lo que respecta a los abastecimientos urbanos tampoco se esperan problemas pese al alarmante descenso del nivel en algunos pozos en áreas como la de Marina Alta y poblaciones del Maestrazgo que registran problemas casi todos los años.

En la Marina Baixa han finalizado ya las obras de conexión directa de los abastecimientos de la Vila Joiosa y Benidorm con la desaladora de Mutxamel, que complementará los menguantes caudales que llegan del trasvase Tajo-Segura.