A 20 días de las elecciones generales del 26 de junio, el Ministerio de Hacienda autorizó ayer el desbloqueo del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) para la Comunitat Valenciana, unos 202 millones de euros correspondientes al primer y segundo trimestre del año. Lo hace tras aprobar el plan de ajuste que le ha remitido la Generalitat, una condición necesaria para desbloquear el dinero.

Pero la decisión de Madrid la interpreta el Consell de Ximo Puig como un aval a su presupuesto de 2016, en el que se incluyeron 1.300 millones ficticios a cuenta de la reforma del modelo de financiación, sin los que era imposible cuadrar las cuentas autonómicas.

El Consell entiende que Hacienda da el visto bueno a su presupuesto, pese a que hay voces en el PP convencidas de que Puig y Oltra tendrán que quitar del presupuesto esos 1.300 millones.

Sin embargo, el Ejecutivo de Puig defiende que no; que Madrid avala esas cuentas: «Ha quedado demostrado que los presupuestos estaban bien y que las observaciones eran las correctas», aseguró el presidente, Ximo Puig, tras confirmar que Hacienda había aprobado el plan de ajuste.

Es el propio presidente quien lidera el convencimiento de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no obligará a tocar esos 1.300 millones de euros. Y menos después de que el Consell haya tenido que recortar cerca de 200 millones de euros para que Madrid aprobara el plan de ajuste: 78 millones de euros en acuerdos de no disponibilidad y otros 92 en retenciones cautelares de crédito, que afectan a partidas del presupuesto que año tras año se quedan sin ejecutar, según fuentes de la Conselleria de Hacienda.

Reforma sin abordar

En octubre de 2015, el Consell presentó unos presupuestos para 2016 que había cerrado con 1.300 millones de euros a cuenta de un nuevo modelo de financiación. Sin embargo, ocho meses después, la reforma del modelo sigue sin abordarse por el bloqueo político que vive España, con un Gobierno que lleva ya prácticamente medio año en funciones.

El Consell incluyó ese dinero ficticio como había hecho anteriormente el PP y el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, aseguró entonces para justificar la inclusión de esa partida que el propio Gobierno central había reconocido que los valencianos están infrafinanciados en 1.300 millones, por lo que se sentía «con autoridad moral» para imputar esos recursos con cargo a la reforma del sistema de financiación. Pero, obviamente, nunca ha existido ninguna garantía de cobro sobre ese dinero y menos en un escenario de tanta incertidumbre como el actual, en el que la reforma del modelo de financiación sólo es una quimera.

El PP ya incluyó ingresos ficticios en las cuentas de 2015 cuando incluyó 1.057 millones del Fondo de Competitividad que se cobrará en 2017 y otros 591 por venta de patrimonio e impuesto a los bancos que no iba a percibir.