Los miembros del patronato de la fundación pública Fisabio están llamados a reunirse el próximo martes para rendir cuentas ante la Conselleria de Administraciones Públicas por el contrato realizado a la hija de Dolores Salas en septiembre de 2015 cuando su madre ya era secretaria autonómica de Salud Pública y, por tanto, patrona de la fundación.

En la reunión está previsto aportar la documentación solicitada por el Protectorado de Fundaciones, organismo dependiente de la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas y que tiene como misión velar por «la legalidad» en el funcionamiento de las fundaciones públicas como Fisabio.

Según la Ley de Fundaciones de la Comunitat, entidades como Fisabio no pueden contratar con familiares directos de los patronos hasta el cuarto grado por consanguinidad y hasta el segundo por afinidad a no ser que se autorice de forma «expresa y previa» por este organismo. En este caso, parece que esta solicitud para evitar la incompatibilidad en el contrato de la hija de Salas no se pidió y, por ello, se solicitó conocer en qué circunstancias se hizo la contratación. El contrato a la hija de Salas se inició el pasado 1 de septiembre y se extendió durante 8 meses.

La joven ya había colaborado con contratos similares en diferentes proyectos de investigación de Fisabio en los que su madre era la investigadora principal dentro de la fundación.

La convocatoria de reunión del patronato de Fisabio no incluye en el orden del día, sin embargo, la solicitud de destitución del actual gerente, Jacobo Martínez, que quedó pendiente el pasado martes.