En medio de las intensas sesiones de trabajo, el Consell encontró el sábado algún momento para el esparcimiento. Si el viernes por la noches estuvieron en el casino de Torrevieja, el sábado por la mañana se dieron un paseo por la playa.

Para moverse por la ciudad —aunque pasaron la mayoría de tiempo en el Centre de Turisme de Torrevieja— utilizaron un autobús esta vez, para evitar la imagen de los coches oficiales de la última reunión de estas características, en Morella, hace seis meses. No todo fue trabajo, de hecho. Algunos de los jefes de prensa —también el conseller Marzà, aficionado al ciclismo— aprovecharon para ver un rato la etapa del Tour de Francia después de comer.

Desde dentro del centro, en realidad, era bastante complicado comunicarse. La conexión telefónica se cortaba y, según contaba alguno de los asistentes, era complicado conectarse a internet. Tal vez alguien quería evitar filtraciones.