La exalcaldesa de Valencia y senadora del PP, Rita Barberá, juró ayer su cargo en la Cámara Alta entre cierto barullo del hemiciclo provocado por murmullos de malestar de la oposición y algún abucheo. Tras acatar la Constitución, Barberá y el presidente del Senado, Pio García-Escudero, se abrazaron, lo que provocó cierto barullo que procedía de bancadas distintas a la del PP. Algunas voces en el hemiciclo han pronunciado un «oh» prolongado para expresar su malestar. Ante el interés mediático que ha despertado, la exalcaldesa de Valencia ha comentado: «Ni que fuera la presidenta del Senado». En otro momento aseguró ante los medios:« Yo no me escondo».

Al igual que el resto de parlamentarios que forman parte de las Cortes Generales, Barberá, que es senadora por designación de las Corts Valencianes, y no fue por tanto elegida en las elecciones del 26 de junio, repite en un escaño que ya ostentó la pasada legislatura en medio de gran polémica.

La parlamentaria está pendiente de que el Tribunal Supremo decida si abre causa contra ella por el presunto blanqueo en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia, en el marco de la denominada Operación Taula derivada del caso Imelsa.

Nombramientos valencianos

Mientras, el senador valenciano y expresidente de la Generalitat, el socialista Joan Lerma, será uno de los vicepresidentes del Senado en la nueva legislatura. Pío García-Escudero ha sido reelegido en el cargo al frente de la Cámara con el respaldo de 151 senadores de los 263 que han acudido al pleno.

Mientras la exsecretaria general del PPCV María Adelaida Pedrosa resultó elegida una de las secretarias de la Mesa de la Cámara Alta.