Voluntarios de Greenpeace recogieron ayer en apenas 200 metros de la playa de la Malva-rosa de Valencia más de 600 kilos de basura, entre colillas, botes, envases de plástico, vidrio y otro tipo de residuos, en el marco de su campaña «Mejor sin plásticos». Los voluntarios de la organización medioambiental han limpiado la playa y realizado actividades para visibilizar la problemática de los plásticos y basuras que se abandonan y que llegan a mares, ríos y embalses. En medio metro cúbico de arena cribada, aparentemente limpia, se han encontrado más de 300 fragmentos de plásticos que llegan al mar donde los peces los confunden con comida.