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Residuos orgánicos

El quinto contenedor pide paso en la calle

Un estudio del Ayuntamiento de Valencia desvela que casi un 40 % de los residuos domiciliarios depositados en el contenedor gris son orgánicos, mientras que en el ámbito industrial alcanza casi el 50 % - En noviembre se inicia el programa piloto del depósito marrón en Benimaclet y Sant Marcel·lí

Una vecina deposita basura orgánica en un contenedor marrón. levante-emv

­El Ayuntamiento de Valencia pondrá en marcha en noviembre una experiencia piloto de recogida de materia orgánica en los barrios de Benimaclet y Sant Marcel·lí. Lo hará con la instalación de contenedores especiales, que serán de color marrón; los restos recogidos recibirán un tratamiento diferenciado para convertirlo en compost de calidad para el campo. Si las pruebas funcionan, la idea es expandir este nuevo depósito al resto de la ciudad. Así, en un futuro próximo, encontraríamos en las calles del cap i casal hasta cinco contenedores diferenciados: el marrón para orgánico, el verde para vidrio, el azul para papel y cartón, el amarillo para envases y el gris para el resto de desechos.

¿Es necesario este quinto contenedor? El Ayuntamiento de Valencia quiere comprobar su utilidad con esta prueba piloto, pero a finales de mayo y principios de junio pasados la Concejalía de Medio Ambiente, que dirige Pilar Soriano, encargó un estudio de aquello que depositamos en el contenedor gris para saber si vertimos suficiente materia orgánica como para implementar el nuevo servicio de recogida selectiva. Los primeros resultados aconsejan el quinto contenedor.

De hecho, en los depósitos que recogían la basura de los ciudadanos particular, solo un 36,58 por ciento de los desechos analizados eran materia orgánica. En el ámbito industrial y de grandes productores, es decir, supermercados, mercados municipales y hospitales, la cifra llega al 47,84 por ciento. Y en una medición exclusiva realizada en el Mercat del Cabanyal, el porcentaje de materia orgánica recogido en el contenedor gris fue del 57,14 por ciento. Muy lejos del 100 % al que se aspira para acabar generando un buen compost.

Estas son las principales conclusiones de la primera campaña para conocer la composición de los residuos que ha llevado a cabo la delegación de Medio Ambiente, con la que pretende reforzar y mejorar la recogida de desechos orgánicos, tanto en el ámbito domiciliario como en el industrial y de los grandes productores.

La delegación de Soriano repetirá el estudio de lo que los vecinos y comerciantes de Valencia tiran a la basura como orgánico, estudio que se prolongará todo noviembre. Entre enero y febrero de 2017 está prevista una tercera medición de los residuos orgánicos, en la que además ya se dispondrá de los datos de recogida selectiva en Sant Marcel·lí y Benimaclet.

Primera medición en 10 años

Es la primera vez que se hace una medición de estas características en los últimos 10 años. El análisis se llevó a cabo en las plantas del Emtre de Hornillos y Manises, y no supusieron un coste extra a la concejalía, ya que fue una mejora ofrecida por la empresa concesionaria, FCC.

La prospección ha permitido tener acceso a otros datos de lo más interesantes. Por ejemplo, se ha comprobado que el reciclaje de vidrio se está haciendo «de manera muy satisfactoria» en la ciudad de Valencia. En Benimaclet las mediciones de presencia de vidrio en el contenedor gris dieron porcentajes de entre 1,43% en la medida más baja y 2,70% en la más alta, con una media del 1,88%. En mercados municipales la presencia de vidrio fue del 1,43 por ciento, «también muy buenos porcentajes», señalan fuentes de la delegación de Soriano. Es decir, los vecinos y comerciantes no tiran el vidrio al contenedor de la basura orgánica, sino que lo desechan en el adecuado.

En cambio, desde Medio Ambiente advierten de que la eficacia no es la misma con el papel y el cartón. En las mediciones realizadas se descubrió que en la basura orgánica había entre un 10 y 15 por ciento de envases -debían estar en el contenedor amarillo, pero fueron arrojados al gris-, mientras que entre un 11 y 12 por ciento eran papel y cartón, con algunos picos de hasta un 17 por ciento. «No son cifras satisfactorias, por lo que hay que insistir a la ciudadanía en que realice bien este tipo de reciclaje», explican desde la concejalía.

¿Qué tiramos como orgánico?

Un último vector: las cargas de los camiones, que se dividieron en cuartos para el estudio. Así, por cada 200 kilos de desechos supuestamente orgánicos, 20 eran de material reciclable; 14,03, de textil sanitario procedente de hospitales; 12,75 kilos eran de productos textiles; 9,83, de restos de materiales de obra; 2,96, de plásticos no envases; y 1,99 kilos eran de maderas.

En menor cantidad se obtuvieron 370 gramos de medicamentos, 100 gramos de bombillas, 80 gramos correspondían a aparatos eléctricos y electrónicos, y 70 gramos de pilas.

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