Pocos días después de la salida a la fuerza de Pedro Sánchez de la dirección del PSOE, el socialismo valenciano reacciona en cadena y con distintos grados de indignación ante la situación orgánica del partido. La coincidencia es casi plena en un punto: mantener el no al PP y huir de la abstención para investir a Mariano Rajoy, a la que el PSOE parece abocado de acuerdo con la evolución diaria de las declaraciones de los responsables de la gestora y otros pesos pesados de la formación.

Si se alcanza ese momento, será en contra de la opinión de una parte, al menos, de las bases valencianas. Es un elemento que puede influir en la posición final del líder del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y del delegado valenciano en la gestora, el diputado José Muñoz.

En el terreno de lo concreto, el PSPV de la Ribera Baixa ha aprobado por unanimidad un documento en el que reclama mantener el no a Rajoy y se declara «radicalmente en contra» de lo sucedido en el comité federal del sábado, que acabó «haciendo dimitir» a Sánchez.

La ejecutiva de la Ribera Alta también se ha pronunciado por el no al PP. La novedad es que pide además un comité nacional del PSPV para que Puig explique su posición en este episodio: fue uno de los 17 miembros de la ejecutiva federal que dimitió para intentar la caída del secretario general.

La ejecutiva provincial de Castelló también se ratificó el martes en el no al PP, al tiempo que instó a la gestora a no moverse de esa posición y exigió primarias en caso de nuevas elecciones.

La dirección de la ciudad de Castelló aprobó un texto ayer casi idéntico, con el añadido de que urge a los diputados a «no permitir» un gobierno del PP.

La provincial de Valencia (encabezada por José Luis Ábalos, uno de los principales hombres de Sánchez) no se ha manifestado tras los hechos del sábado, pero ya aprobó antes una declaración de apoyo al exlíder.

La ejecutiva de la Costera se ha pronunciado asímismo por el no a Rajoy y ha expresado su «descontento» por la situación. Las agrupaciones de València Nord y Jesús-Patraix en la capital, Oliva y Benissanó han tomado postura en la misma línea.